Lun 27.08.2007
rosario

DEPORTES › FÚTBOL VESCO Y EX DIRECTIVOS DEL CLUB FUERON SOBRESEIDOS POR LA JUSTICIA

Central perdió en Tribunales

Los peritos descubrieron que no se registraban, entre otras cosas, los ingresos de dinero por ventas de jugadores. Semejante práctica parece no haber sido tenido en cuenta por el juez Postma, quien desprocesó al ex presidente de Central.

› Por Alejo Diz

La dramática conyuntura que absorbe por estos días a Central permitió que un fallo relevante para la vida institucional del club pase desapercibido. Mientras Eldo Juárez se ocupaba -y se ocupa aún- por desentrañar la lógica de gobierno que caracterizó la Comisión Directiva removida, en el juzgado en lo Penal de la Nº 11, a cargo del doctor Hernán Fernando Postma, se dictó el sobreseimiento de los ex directivos que compusieron la última dirigencia que lideró Víctor Vesco. Para llegar a esa resolución el magistrado se inclinó por omitir 11 puntos de pericia, donde, casualmente, la perito contable Elida Pujato había comprobado irregularidades, todas ellas en perjuicio del club. El insólito fallo desparramó en Tribunales una nueva sensación de impunidad, aunque esta vez los socios que persiguen justicia anticipan la apertura de un nuevo frente legal que pondrá en el ojo de la tormenta al propio juez, y que además irá en busca de la Justicia Federal, a la cual se recurrirá para profundizar los delitos federales cometidos por la circulación de dinero al extranjero jamás declarado.

La causa 1065/03 perseguía un fin que ilusionaba con ser el comienzo de la rehabilitación administrativa del club, poniendo bajo la lupa de la Justicia las acciones de gobierno lideradas por la última comisión que presidió Víctor Vesco, y que dejó una entidad hecha añicos en lo económico y parada sobre la cornisa en lo financiero. Más esperanzas se abrigaron luego de conocer la profesionalidad del juez Alfredo Ivaldo Artacho para investigar lo denunciado por Pablo Scarabino.

El sendero judicial cubrió un extenso trazado, que a lo largo de 15 puntos de pericia detectó maniobras tan nocivas para el club como insólitas. Diferentes presiones llevaron a Artacho a excusarse de la causa, la cual cayó en el juzgado de Postma. Y en su despacho comenzó a escribirse un inesperado epílogo para el expediente.

La inacción del magistrado sugería malas noticias para la estructura judicial. Temores que se confirmaron a fines de julio, donde el juez resolvió el sobreseimiento de los ex directivos, redactando un fallo que para cualquier hombre de derecho o hincha de Central contagia tristeza, dado que no hace más que consagrar impunidad por no hallar culpables sobre la degradación institucional de que fue víctima el club.

Un repaso de lo comprobado por la perito Pujato, que Postma prefirió no leer:

* La falta de rigor profesional para administrar las cuentas del club fueron reconocidas por el propio revisor de cuentas Agustín Sozzi, que según consta en el expediente, "estaba todo en el aire, a espaldas del presidente (Vesco) se hacían muchas cosas que él no sabía. A mi entender nadie firmaba nada, se retiraba dinero y nadie firmaba, todo ello consta en el libro de actas de la Comisión Revisora".

* En el punto de pericia Nº 10, en una transacción con la firma uruguaya Mainlur Express (representa los intereses de uno de los "famosos" inversores que tuvo, y tiene, el club) deriva en el ingreso a la tesorería "canaya" de 200 mil dólares provenientes de Uruguay que no fueron declarados al ingresar al país, y del cual menos aún se supo qué destino tuvieron. Allí, además, se pudo probar que el club fue defraudado con el pago de interés del orden de 43 por ciento.

* La venta de Luciano Figueroa es, quizá, el ejemplo más acabado de lo que haría un dirigente que no tiene suficiente aprecio por la entidad. A la firma Brelest se le vende el 50 por ciento del pase por 700 mil dólares, pero sólo fueron registrados en los libros contables 670 mil. Además, otra empresa fantasma, en este caso "Citilink", cobra 70 mil dólares por "acercamiento de partes" que fueron rigurosamente saldados. La posterior venta al Birbimgham de Inglaterra se concretó con el depósito del dinero en una cuenta del Citibank de Nueva York, por orden de los dirigentes, y no se hallaron registros contables algunos que expresen que la titularidad de la cuenta estaba a nombre de la institución. La gestión estuvo a cargo Sergio De Dossi, quien omitió rendirle cuentas a quien lo contrató: Central.

Al respecto, sobre los millones que pagó la entidad inglesa por Lucho, la perito constató: "No se encontró registro del ingreso del dinero de la venta, no se localizó el ingreso de los dólares pagados por Sport World SCC (otra de las fugaces firmas charrúas que hacían negocios "delivery" con el club)".

*La venta de los derechos económicos de Germán Herrera también atravesó por singulares transacciones. La empresa Alicor Trust (uruguaya de nacimiento, claro está) compró el 80 por ciento del pase el 5 de diciembre de 2001. Sin documentación a la vista, algunos de los miembros de la Comisión Directiva se notifican de la operación el 6 de mayo de 2002. Recurriendo a una prosa seductora, el ex vicepresidente Juan Carlos Campagna convenció a la aprobación de la operación al resto de la dirigencia, y fue allí donde se interiorizaron que aquel dinero (588 mil dólares) ingresado se utilizó para saldar deudas (de origen desconocido) con la firma Maceta Star.

* Una vez que Central pide la convocatoria de acreedores, la sindica Mariela Rodríguez eleva un informe a la jueza, Dra. Liliana Giorgetti, donde advierte que se detectaron "falta de respaldo documentales de créditos importantes que no fueron reconocidos por insuficiencia de parte de acreedores y deuda; incumplimientos fiscales históricos; documentación que no respeta las normas legales; contratos que no reflejan la realidad de los negocios. Todo eso hace a una administración que merece una investigación más compleja".

*La perito Elida Pujato, dio cuenta que "faltan registrar balances correspondientes a los años 2002 y 2003". Además, denunció a lo largo de los 15 puntos de pericia que los dirigentes retiraban del dinero sin rendir cuenta; que un directivo pagó honorarios al contador de su comercio con fondos de la institución; y que se realizaban operaciones con firmas extranjeras donde se evadían todos los gravámenes. "En el club se producen retiros de fondos en efectivo, sin firma del beneficiario ni autorización, especialmente durante julio y agosto de 2003. El ex dirigente Alberto Cassis retiró el 7 de agosto de 2003 $5.000 con una orden de pago que carece de la firma de la persona que la autorizó. "El comprobante de este gasto no tiene número y sólo cuenta con el membrete del club", expresa Pujato en su informe pericial Nº 2, entre otras especificaciones que denunció la perito en su extenso trabajo.

Pero ninguna de estas advertencias se ganó el interés de Postma. Porque luego de evaluar sólo cuatro puntos de pericia, donde no escogió precisamente lo más comprometedores, resolvió dictar los sobreseimientos de los ex directivos, omitiendo profundizar las singulares relaciones de los directivos con los privados que se ocultaban detrás de las numerosas firmas uruguayas.

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