No hizo falta dar motivos para fundamentar la decisión. Siendo consecuente a sus palabras --"soy el responsable de la derrota", asumió el domingo--, Pablo Marini renunció ayer la dirección técnica de Ñuls. Como sus antecesores, Pomelo se fue de la peor manera del club, soportando una caída en el clásico y a los matones de la barra, que lo cercaron en el vestuario para exigir su dimisión. Jorge Burruchaga era el hombre elegido para contratar. Pero el ex campeón del mundo no eligió a Ñuls para seguir su carrera profesional. El presidente Eduardo López hará un intento por recuperar a Américo Rubén Gallego. Detrás del Tolo aparecen Antonio Mohamed, Ricardo Caruso Lombardi y Reinaldo Merlo para completar la lista de los sucesores de Marini en el banco leproso. Pero como en el ambiente del fútbol ya todos conocen la excesiva injerencia que tiene la barra en el club, será difícil dar con un técnico que reúna las condiciones pretendidas por dirigentes e hinchas.

A Juvenal Olmos lo echaron los resultados. A Arsenio Ribeca nunca le pagaron. A Héctor Veira lo sacó la barrabrava con explícita apretada en Bella Vista. A Nery Pumpido le exigieron borrar del plantel a la mayoría de los jugadores que cayeron el año pasado por goleada en el Gigante para poner a los chicos de las inferiores, decisión que derivó en una racha de 14 partidos sin victorias. Y Marini atravesó un situación similar a la del Bambino, pero en pleno clásico y dentro del vestuario del Coloso del Parque. Según uno de los testigos de la agresión al entrenador, "ante la agresión verbal Marini tomó a uno de los barras por el cuello y cobró algunos cachetazos". "La barra siempre va al vestuario después de los partidos. Ayer fueron decididos a agarrársela con Marini. Aunque esta vez el Pimpi (Roberto Caminos, líder de la barra, por ahora) no se acercó al vestuario", reconoció uno de los hinchas que conoce de cerca la conducta de los violentos. "Y por la noche (por el domingo) fueron a ver a la casa Rolando Schiavi", acotó la fuente.

Aunque no hizo falta intimidar al entrenador para que asuma sus responsabilidades. Abundantes motivos reunió el equipo, tras los 90 minutos con Central, para que el ex ayudante de campo de Gallego se alejara del club. Pero teniendo en cuenta que a López nada se le escapa, el mensaje que recibió Marini de parte de los violentos bien puede interpretarse como una disposición de carácter institucional.

Ayer por la tarde Marini formalizó su dimisión al cargo. Desde entonces López se ocupó por interiorizarse sobre la situación de Burruchaga, que tras su frustrado paso por Independiente no volvió a trabajar. Y muy probablemente no será el parque Independencia su nueva casa. Porque para el campeón del mundo en México `86 no estarían dadas las condiciones para desenvolverse profesionalmente en Ñuls, argumento que también esgrimió para desestimar propuesta similar de parte de Huracán.

Entonces la dirigencia debió abrir el juego a más gestiones. López hará un intento con convencer a Gallego a que regrese al club, a pesar que actualmente se encuentra dirigiendo en México. Con la probable negativa del Tolo, al mandamás del parque Independencia se le reduce el margen de gestión. Por eso pretende que su decisión sea avalada por Julio Grondona, estrategia con la cual aspirar a convencer a algún profesional de prestigio, como necesita el equipo para evitar la pérdida de la categoría.

Es así como surgen otros candidatos, entre los que se destacan el Turco Mohamed, recientemente desvinculando de Huracán, Mostaza Merlo y Caruso Lombardi. El primero de ellos también tiene una oferta para hacerse cargo de la selección juvenil Sub 17, y su perfil de persona pareciera no sintonizar con la de López. Esta tarde el plantel retomará las prácticas en Bella Vista bajo las órdenes interinas de José Machetti. Ñuls tendrá que visitar al sábado a las 18.20 a Argentinos Juniors en La Paternal. Y para entonces el club debería tener nuevo entrenador.