Horacio Usandizaga está a la espera del éxito que tengan los dirigentes en Portugal, donde fueron a la búsqueda de dinero por el pase de Tomás Costa y el de Angel Di María, para avanzar en las negociaciones tendientes a lograr los refuerzos pretendidos por el entrenador Pablo Sánchez. Entre tanto, se espera para mañana a Cristian González en la sede a fin de reunirse con el Vasco y sellar su continuidad en Arroyito.

Manuel Usandizaga y el tesorero Hugo Ruggiero se encuentran en Lisboa finiquitando la transferencia de Costa al Porto. Pero el objetivo del viaje a Europa es reunirse con la dirigencia del Benfica, que el año pasado adquirió a Di María, transacción por la cual la conducción canaya aún es titular de dos documentos, por el valor total de casi dos millones de dólares, que tienen vencimiento a fin de julio y es intención reintegrarlos a la entidad lusitana a cambio de cheques a fecha.

Hasta que el hijo del presidente y el tesorero no retornen de Portugal la dirigencia no avanzará en la contratación de refuerzos, como es el caso del paraguayo Jorge Núñez, elegido para reemplazar a Emiliano Papa, por quien Vélez, dueño de su pase, pide 800.000 dólares.

Por lo pronto, la atención del Vasco está puesta en la reunión de mañana con Cristian González, con quien debe llegar a un entendimiento en dos temas muy diferentes: cuánto le pagará el club por la próxima temporada y cuánto por la que pasó, la cual el Kily dispuso jugar sin contrato, postergando la negociación al momento de que "el equipo se salve del descenso". Y ahora que Central está a resguardo de todo, Usandizaga debe decirle cuánto le pagará por el año deportivo que acaba de concluir. Y una vez acordado esto, entonces presidente y jugador deben dialogar sobre el nuevo vínculo, que no podrá ser inferior al firmado por Ezequiel González, al menos por las intenciones que tiene el capitán auriazul.