La decisión de Horacio Usandizaga de dejar fuera del club al representante de jugadores Juan Carlos Silvetti no se reducirá a lo dispuesto días atrás, cuando marginó a todo jugador del plantel profesional que tuviera relación contractual con el agente de jugadores. En los próximos días el presidente canaya, asesorado por un cuerpo de abogados, presentará una denuncia contra Silvetti que buscará, como resultado colateral, que al representante le retiran la licencia de agente FIFA, que supo tramitar años atrás en la sede que el organismo rector del fútbol mundial tiene en Zurich.

Primero fue por reducirle su cartera de clientes, intimando a los jugadores del club que integran el primer equipo a que dejen de requerir sus servicios. Pero ahora Usandizaga intentará darle el golpe de gracia a Juan Carlos Silvetti, presentando en los próximos días una denuncia que será respaldada por el testimonio de testigos, los cuales se ocupó por conseguir en los últimos días. Aunque hasta el momento se niegan a prestar declaración el ex coordinador de divisiones inferiores, José Aurelio Pascuttini, y el actual responsable de las mismas, Hugo Galloni. Claro que si Galloni insiste en no dar respaldo a las denuncias que formulará la dirigencia, el entrenador podría quedar en una posición similar a la que debieron soportar los siete futbolistas del plantel superior que eran representados por Silvetti.

Ante lo difícil que será probar en la Justicia los vínculos que se sospechan que mantenía Silvetti en el club, Usandizaga apuesta por conseguir que pierda su condición de "agente FIFA", a la cual llegó haciendo frente a un oneroso sellado en la mismísima sede que el organismo que rige la redonda tiene en Suiza. Sobre la situación de Silvetti, el Vasco se expresará durante la semana, en una conferencia de prensa que convocará para la ocasión.

El equipo, en tanto, cumplió ayer su primer día de pretemporada en Mar del Plata, lugar donde hoy el entrenador Pablo Sánchez ordenará sólo un entrenamiento matutino. Porque mañana Vitamina dará comienzo a los trabajos más exigentes dispuestos para la estadía de dos semanas en la costa atlántica.