1 River: Vega, Ferrari, Cabral, Quiroga, Villagra, Fernández, Ahumada, Abelairas, Bou, Flores y Falcao. DT. Diego Simeone.

1 Ñuls: Peratta, Aguilar, Schiavi, Insaurralde, Ré, Machín, Vangioni, Bernardello, Leandro Torres, Diego Torres y Fabbiani. DT. Fernando Gamboa.

Goles: PT 1m Bou (R). ST 13m Insaurralde (Ñ).

Cambios: PT 44m Ponzio por Ahumada. ST Buonanotte por Flores, 16m Sperdutti por Machín, 19m Salcedo por Bou y 40m Grazzini por Leandro Torres.

Arbitro: Juan Pablo Pompei

Cancha: River

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Durante la semana Gamboa había dicho que River era "un gigante dormido", lo único que le faltó decirles a sus dirigidos fue "no se parezcan a ellos", porque el equipo rojinegro entró poco despierto y lo pagó muy caro. Al minuto, Augusto Fernández puso una pelota en cortada para Bou quién fusiló a Peratta y estableció el uno a cero. A partir de ahí cambiaron los planes para el visitante que tuvo que acomodarse de otra manera en el terreno de juego. El partido tuvo un desarrollo discreto. La lepra sintió el golpe y fue mejorando con el correr de los minutos ante un local inexpresivo. Pudo haberse llevado más si se hubiera animado en la primera parte y si hubiera estado fino en el último toque sobre el final. El empate no fue un resultado injusto pero dejó la sensación que Ñuls podría haberse llevado más.

En la primera parte Machín era el único que intentaba ponerle un poco de ritmo a los ataques leprosos. Fabbiani no recibía el balón y por eso retrocedía unos metros para entrar en juego. Los mediocampistas comenzaron a presionar más arriba y ahi se vio lo mejor de Ñuls. Lo tuvo el Ogro luego de una jugada con Leandro Torres, que Vega controló rapidamente. Los últimos quince minutos evidenciaron una mejora en el juego leproso, que aunque no fue brillante, metió a River en su área y controló el desarrollo del partido. En esa primera etapa River sólo convirtió el gol y se decidió a aguantar el resultado como podía.

El segundo tiempo fue muy discreto. La pelota estuvo más en el aire que en el piso y no hubo juego asociado ni ideas en ninguno de los dos equipos. Ñuls apostó a los centros tratando de aprovechar los desacoples y la falta de seguridad que brindaba la defensa millonaria. Fue así que a través de un córner llegó el empate en una jugada que fue una muestra clara del partido. Ejecutó Diego Torres, cabeceó Vangioni bajando la pelota para Fabbiani que en la boca del área remató ante la salida de Vega y entre varias piernas apareció el toque de Insaurralde para que la pelota entrara pidiendo permiso entre jugadores de River que estaban en el piso. Gol, empate y nada más.

De ahí en adelante el encuentro cayó otra vez en el aburrimiento, en el mal trato de la pelota y en la escasez de ideas. Solamente los últimos diez minutos mostraron algo de emoción. A los 35 lo tuvo Buonanotte, que sólo y ante el quedo inexplicable de Sperdutti le pegó mal y salió lejos del palo izquierdo de Peratta.

Después de esa jugada, Ñuls lo pudo haber ganado si hubiera ajustado el úlitmo toque. Primero lo tuvo Fabbiani que manejó un contraataque y se la entregó larga a Diego Torres y después Aguilar se apresuró en una jugada donde el rojinegro tenia superioridad numérica.

A Ñuls le faltó concentración y contundencia para llevarse los tres puntos que lo hubieran dejado mejor posicionado en el torneo. Si bien no hizo un mal partido, no pudo demostrar el buen juego que tuvo frente a Estudiantes y que intentará recuperar en el clásico de la ciudad.