1 Central: Broun (6); Bogino (5), Ribonetto (5), Braghieri (5), Martín García (4); Zarif (4), Méndez (5); Franzoia (4), Ezequiel González (7), Gervasio Núñez (6); Caraglio (7). DT: Gustavo Alfaro

2 Independiente: Assman (7); Moreira (4), Ledesma (4), Caracoche (4), Mareque (4); Pusineri (4), Vittor (5), Calello (5), Leonel Ríos (5); Montenegro (6); Gandín (4). DT: Miguel Santoro

Goles: PT: 10m Caraglio (C) y 43m Ledesma (I). ST: 45m Ríos (I).

Cambios: ST: Desde el inicio Danelón (4) por Ribonetto (C), 21m Vizcarra por Franzoia (C), Cristian González por Gervasio Núñez (C) y Centurión por Pusineri (I), 24m Sosa por Gandín (I) y 38m Puertas por Moreira (I).

Arbitro: Javier Collado

Cancha: Central

Incidencias: ST: 41m Cristian González (C) dejó la cancha por lesión.

Quienes buscan en las estadísticas para interpretar lo que sucede dentro de una cancha, habrán pronosticado un mal partido en la previa de ayer. Porque se enfrentaban el penúltimo (Central, con 14 puntos) y el antepenúltimo (Independiente, con 15) de la tabla, equipos que de sumar sus unidades no llegarían a la punta. Además la visita reunía sólo tres victorias como antecedente en el certamen, cifra similar a las derrotas padecidas por el canaya en el Gigante. Lo que los números nunca explicarán es cómo Central, en quizás su mejor partido del torneo, se vio doblegado ante un rival que, cuanto menos, jugó mucho menos a lo propuesto.

Hasta el minuto 45 del primer tiempo, los estadistas decían que Central se aprovechaba del peor Independiente de los últimos años, gracias al poder de gol de Milton Caraglio (venía de marcar ante Huracán, estaba en racha), el talento de Ezequiel González (cuando juega bien su equipo gana), que desbordaban a una defensa tan débil que llevó al equipo a seis derrotas y seis empates en el torneo.

La figura de todo ello fue Caraglio, quien gracias a las asistencias del Equi tuvo tres o cuatro mano a mano ante Assman. El primero terminó en gol, con un claro cabezazo cruzado tras salida de tiro libre cerca del corner izquierdo. Todo el fondo rojo enloquecía por la fuerza de Caraglio para encarar y pelear, pero el potente nueve auriazul no tuvo con los pies la misma puntería que con la cabeza: en otras situaciones la tiró afuera, y el resto se las tapó el uno. Franzoia, por su parte, jamás se coló en el andar del equipo, como sí lo hizo, de a ratos, Gervasio Núñez, llegando a posición de gol, donde también perdió con Assman.

¿Independiente? Nada de nada. De hecho, poco se podía esperar del equipo menos goleador del Apertura, con 11 tantos. Pero en el primer minuto del alargue Ledesma ganó un tiro de esquina y sacó un cabezazo que equilibró el marcador. Desde entonces, los eruditos de las cuentas trajeron a colación un dato relevador: la última vez que el rojo salió de Buenos Aires regresó con los tres puntos (venció a Colón), y el canaya, de local, venía de perder (ante Lanús).

Llegó el segundo tiempo con un Central decepcionado por todo lo perdido y un Independiente aún entero. Entonces había más por repasar: los de Avellaneda llevaban más de 18 meses sin dar vuelta un marcador, pero a los 21 minutos ingresó Cristian González, y con él en cancha Central, últimamente, no gana mucho. Los peores pronósticos empezaban a acechar por Arroyito, más aún teniendo en cuenta que por lesión había dejado la cancha Ribonetto en el entretiempo, y con diez terminó jugando el canaya por retiro anticipado del Kily, también aquejado en lo físico.

Independiente seguía jugando muy mal, hasta que llegó lo que nadie calculó: que Ríos la cuelgue en el ángulo en la última pelota del partido. Fue la cuarta derrota de Central en condición de lo local, dirán los matemáticos del fútbol. Ganó el rojo 2 a 1 y nadie lo puede negar. Pero estos números sí que mienten.