DEPORTES › FRENTE A RIVER, ÑULS CORTó LA RACHA DE PARTIDOS SIN TRIUNFOS
Con un gol de Fórmica, el equipo del Parque pudo reponerse de nueve partidos sin victorias. Sin embargo, tuvo la producción más dudosa como local que se recuerde en este campeonato. El millonario terminó contando los segundos para el final.
› Por Alejo Diz
1 Ñuls: Peratta (6); Spolli (6), Schiavi (6), Insaurralde (6); Pillud (5), Bernardi (5), Bernardello (7), Vangioni (5); Formica (5); Sperdutti (5), Armani (5). DT: Roberto Sensini
0 River: Vega (5); Ferrari (5), Cabral (5), Nicolás Sánchez (5), Villagra (5); Mauro Díaz (4), Ahumada (5), Domingo (5); Buonanotte (4); Fabbiani (4), Falcao (4). DT: Néstor Gorosito
Gol: ST: 36m Formica.
Cambios: ST: 13m Salcedo por Sperdutti (Ñ), 16m Gallardo por Mauro Díaz (R), 25m Barrado por Domingo (R), 27m Rosales por Buonanotte (R), 29m Pablo Pérez por Bernardi (Ñ) y 39m Quiroga por Armani (Ñ).
Arbitro: Federico Beligoy
Cancha: Coloso del Parque
No es un buen ejemplo para citar, pero lo que le ocurre a Ñuls sirve para entender las atracciones singulares que ofrece el fútbol como deporte. El equipo de Roberto Sensini ofreció ayer una producción deportiva que podría guardarse entre las más dudosas en condición de local. Esta vez no abrumó al rival con su fútbol, de hecho no generó ocasiones diáfanas de gol y fue incapaz de sorprender jamás al rival. Pero el resultado de ello fue algo que se buscaba desde hacía más de dos meses, más precisamente nueve partidos: ganar. Eso obtuvo la lepra, ante un River sin analogías con la gloria que supone su camiseta, y justo antes del clásico, para reposicionar a un cuerpo técnico aceptado por todos en el club, pero, hasta ayer, negado por las estadísticas, que al fin de cuentas son las que ordenan en el fútbol moderno.
Hacía un tiempo que en el parque Independencia lo que reinaba era la decepción. Por ver a un equipo que no ganaba, al que cualquier rival le sacaba los puntos en sus estadios, abriendo sombras sobre la verdadera jerarquía de algunos jugadores, y de las peores: una temeraria aproximación en el promedio con los equipos que luchan por evitar jugar la Promoción con los clubes de la B.
Ya caída la noche en el Coloso del Parque, cuando lo que se imponía en el parque Independencia era la sensación de justicia, no por lo merecido ayer, pero sí por lo obtenido para un equipo que siempre se propuso ser protagonista y una secuencia de empates (cinco de local) lo postergaron al olvido.
Esta vez Ñuls no fue un equipo dominante. No trató de especular por las cualidades que presentaba el rival, solo ocurrió que en el primer tiempo los leprosos se la daban generalmente al rival, quedando Armani y Formica a casi 30 metros de distancia de los volantes, y como River no escapaba a la malaria generalizada, el primer tiempo se fue sin acciones de riesgo.
En el rival, la puesta en escena fue similar a la desplegada en los partidos de Libertadores, que lo llevaron a la eliminación. Pero Ñuls no sacaba provecho de ello por la impericia para tocar la pelota, aunque del tedio imponente se destacó Bernardello, siendo el único de la cancha el que no se equivocó nunca.
Ñuls recapacitó en el vestuario, y al reconocer las limitaciones propias para generar situaciones colectivas, el equipo intentó con remates de larga distancia, todos ellos al cuerpo de Vega o bien al alambrado.
Fabbiani y Falcao perdieron todas con los centrales leprosos, Buonanotte lo hizo ante Bernardello, y el resto del equipo de la banda no tiene nada para destacarse. Gorosito buscó reaccionar con los ingresos de Gallardo, Rosales y Barrado, pero nada de riesgo sufrió Peratta.
Los dos equipos en cancha sufrían de lo mismo: problemas para jugar en equipo. Por eso los remates de larga distancia y los centros compulsivos al área (un cabezazo de Fabbiani al travesaño fue lo más trascendente). En ese paisaje, Bernardello ganó muchas en el mediocampo. En una de ellas abrió para la derecha, la jugaba tuvo continuidad en Formica, quien al aparecer por primera vez como punta, desniveló: picó por derecha hasta el fondo, enganchó, Villagra pasó del largo, encaró al área, se perfiló, remató bajo, y le dio a Ñuls una diferencia en el marcador a menos de diez del final.
Como le ocurre a River en los últimos años, terminó jugando el partido a las corridas, contando los segundos, sin capacidad para revertir su destino, que ya lo dejó a siete puntos del líder. Porque River estaba enfrente, Ñuls pudo ganar justo en el partido que menos méritos reunió para reclamar por la victoria. Raro de entender, como lo fueron los empates con Gimnasia de Jujuy y Godoy Cruz.
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