Día a día los dirigentes, jugadores, cuerpo técnico y en especial, los hinchas canayas tienen a mano una calculadora para sacar cuentas y conocer probabilidades y variantes en su carrera por mantener la categoría. Pero a pesar de sus continuos cálculos no logran que los números en Rosario Central cierren. Ni desde lo económico, porque el club debe vender por cinco millones de dólares para dejar las finanzas en orden, ni principalmente desde lo futbolístico, porque el equipo viene realizando una muy pobre campaña que lo amenaza con el descenso y la promoción. Los números auriazules son contundentes: Central es el equipo que más partidos perdió en la temporada, es el club que menos puntos cosechó en el Apertura y en lo que va del Clausura y es la única institución que en 35 encuentros disputados tuvo cuatro directores técnicos al frente del primer equipo. Varios datos negativos que permiten entender la situación actual de Rosario Central.

En la tabla acumulada, los canayas suman 19 derrotas en su cuenta. Ese número equivaldría a decir que el conjunto de Arroyito jugó un campeonato completo y perdió todos los partidos que disputó. Ni siquiera el descendido Gimnasia y Esgrima de Jujuy llegó a esa cantidad de derrotas. Hasta el momento, los jujeños acumulan 18 encuentros perdidos. Mientras que los otros equipos que pelean por la permanencia se encuentran en una mejor posición que los auriazules. San Martín de Tucumán cayó en 16 oportunidades y Gimnasia y Esgrima de La Plata sólo perdió 8 partidos.

Otro dato que explica el presente centralista son los puntos que los canayas tienen en su haber. Sobre un total de 105 unidades en juego, los auriazules conquistaron 34, ubicando a Central en la última posición de la tabla general, con una efectividad del 32,38 %. Cuando sólo faltan tres fechas para finalizar el torneo, Central es el peor equipo de la temporada en cuanto a la sumatoria de puntos.

Dentro de este dato hay que marcar que de local la campaña canaya tiene números muy negativos. Sobre 51 puntos disputados en el Gigante de Arroyito, Central sólo consiguió 19, en base a cinco victorias, cuatro empates y ocho caídas. Mientras que fuera de Rosario la imagen es similar con 15 unidades reunidas sobre 54 disputadas con cuatro triunfos, tres igualdades y once derrotas. Ni en su estadio los auriazules pudieron hacerse fuertes ni en las canchas visitantes lograron imponer inteligencia y control de los partidos.

El dato tal vez más curioso y el que puede tener mayor incidencia en el proyecto futbolístico no viene desde el campo de juego sino que se obtiene posando la mirada fuera de la cancha: la institución de Arroyito tiene un récord para la temporada: en 35 partidos jugados, cuatro técnicos estuvieron dirigiendo el timón centralista. En primer lugar, el que se puso el buzo de DT fue Pablo "Vitamina" Sánchez. Luego llegó el turno de Gustavo "Lechuga" Alfaro, más tarde el control recayó en Reinaldo "Mostaza" Merlo y actualmente el mando lo tiene Miguel Angel Russo, que carece de apodo pero podría convertirse en "El Salvador" si logra la permanencia de Central en primera, ya que aún carece de apodo. Fuera de esos pronósticos de nombres y apodos, que quedan muy lejos del presente del equipo, Central tuvo demasiadas perspectivas tácticas y distintas formas de trabajo para un mismo plantel. Pero ninguna de esas iniciativas le permitió consolidar una identidad de juego bien definida. Por eso, hoy se ubica en una zona más que complicada, con el descenso como posibilidad cierta y la angustia por ganar.