Para evitar que al polideportivo de Bella Vista le bajen el martillo, o las cuentas del club queden definitivamente paralizadas, los dirigentes de Ñuls debieron presentarse en la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) para buscar las boletas del club que la anterior dirigencia se negó a saldar durante toda su gestión. Pero al hurgar en los archivos, la entidad rojinegra se encontró con un rojo frente al fisco que superó los 24 millones de pesos exigibles, entre deudas impositivas y previsionales, auditadas hasta el 31 de diciembre de 2007. De igual modo, la moratoria fiscal, representada por Ley 26.476, entregó resultados auspiciosos para las flacas arcas leprosas: Ñuls se ahorrará de abonar más de siete millones de pesos, celebrando un plan de pago extensivo en diez años con cuotas mensuales y consecutivas de 137.049 pesos cada una.

La conducción que lideró Eduardo López sólo le pagó a la AFIP el monto necesario para obtener el ingreso del fisco en la convocatoria de acreedores abierta por la entidad en el año 2000. La deuda restante, que debía pagarse de acuerdo a lo pactado en el cierre del concurso preventivo, la ignoró, debiendo entonces la dirigencia de Guillermo Lorente abordar el pasivo de la convocatoria, para luego ir por los números que se acumularon en los últimos siete años.

El período preconcursal abarca obligaciones vencidas al 31 de agosto de 2000. En concepto de impuesto a las Ganancias, entre intereses y multas, Ñuls asumió la obligación de abonar en la presente moratoria 365.003 pesos, habiendo obtenido un ahorro de $666.310, según consta el convenio firmado por las partes. Para ello, el pasado 6 de julio el club efectuó un pago 21.900 pesos, cubriendo el saldo en 120 cuotas mensuales y consecutivas.

Cifras millonarias aparecieron al momento de hacer repaso de lo que omitió rendir López desde el 31 de agosto del 2000 al 31 de diciembre de 2007. "La situación de Ñuls es la más grave de los clubes del interior", recalcó un funcionario del fisco que participó en las numerosas presentaciones judiciales que se hicieron en los tribunales Federales con el intento de lograr que la anterior Comisión Directiva pague. Claro que si López no le cumplía a los jugadores del primer equipo, menos iba a prestar atención a sus atrasos impositivos.

Pero al asumir Ñuls su compromiso tributario por medio de la nueva dirigencia, los problemas fiscales saltaron la barrera de los pronósticos. El organismo recaudador le exigía a la entidad del parque Independencia más de 24 millones de pesos, monto al que se llegó, principalmente, por deudas impositivas, y en menor medida por atrasos de obligaciones previsionales.

De acuerdo al convenio firmado mes atrás en la AFIP, los dirigentes de Ñuls lograron que el fisco condone una deuda al club de 7.402.743 pesos, deducidos de la siguiente manera: intereses resarcitorios, $4.444.304; intereses capitalizables, $18.834; intereses punitorios, $2.021.043; salidas no documentadas, $319.001; multas, $599.561. Pero para obtener esos beneficios la entidad del parque Independencia debió asumir un rojo de 17.290.861 pesos, compuesto por las siguientes acreencias: capital, $10.922.822; intereses resarcitorios, $5.074.233; intereses capitalizables, $67.858; intereses punitorios, $703.605; salidas no documentadas, $522.343.

Para formalizar el ingreso de Ñuls a la moratoria regida por Ley 26.476, el club debió entregar en efectivo $1.037.454, junto a una cuota anticipo de $150.639, compromiso que asumió el pasado 7 de septiembre, al liberar el juez que entiende en el Fideicomiso leproso, Pedro Boasso, los fondos necesarios. Por lo cual, los rojinegros ya le anticiparon al fisco $1.188.093 pesos de los $17.290.861 que deberán pagar a lo largo de diez años, abonando 120 cuotas mensuales y consecutivas por el valor de 137.049 pesos cada una, con la aplicación de una tasa de interés del 9 por ciento anual, siendo fecha del inicio del acuerdo el pasado 16 de septiembre.

De acuerdo a lo que consigna La Ley Penal Tributaria, como Ñuls recuperó su condición de contribuyente, los ex directivos procesados por la Justicia por "evasión impositiva" (López y el ex tesorero Pedro Aramburu) serán liberados de cargo alguno con la aplicación de la Ley 24.769, quedando paralizados dichos procesos, aunque las causas se archivarán una vez que la institución salde la cuota 120 del acuerdo. La conducta administrativa de López, entonces, se encuentra en manos del Luis María Caterina, quien tiene la demanda penal elevada por las actuales autoridades contra la gestión anterior. En consecuencia, la deuda impositiva que generó López será una carga financiera para las próximas dirigencias, concluyendo el pago del último peso recién en septiembre de 2019.