A una semana de comenzado el receso deportivo estival, el libro de pases se mantiene inmóvil, sin ofertas en el mercado, en clara señal del ajuste económico que soportan los clubes del fútbol argentino. Curiosamente, la ausencia de billetes se produce a cuatro meses de firmarse un nuevo contrato por los derechos de televisación, que en el caso de Central y Ñuls llevó sus ingresos por dicho recurso de siete millones de pesos a casi 17 millones. ¿Dónde está esa plata? La inyección de fondos fue girada compulsivamente por la AFA para pagar deudas, que al fin y al cabo es lo que puso en jaque el inicio del concluido torneo Apertura. Caso paradigmático es el de Ñuls, que en los últimos nueve años vendió por más de 53 millones de dólares, según admitió su anterior dirigencia, y por estos días al club lo aquejan deudas que amenazan con saltar la barrera de los 70 millones de pesos.

Después de más de un lustro de falsas promesas, Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) se paró firme en julio último, dejando a condición del pago de la deuda total que los clubes mantienen con los futbolistas el comienzo de la temporada 2009/10. Julio Grondona empezó a dar vueltas para salir de la comprometida situación, y de la mano del gobierno Nacional encontró la sortija justo a tiempo: se rescindió el contrato de la AFA por los derechos de televisión y cedió su explotación al gobierno. En el presente año se pudo reconstruir gran parte del pasivo que agobia a Ñuls. El nuevo dato es lo que el club del parque declaró que cobró en los últimos nueve años por venta de jugadores, números que hizo oficial Eduardo López ante el gremio de los futbolistas.

Según el registro de FAA, Ñuls vendió al 26 de enero de 2001 a Lucas Bernardi al Olympique de Marsella en 5.500.000 de pesos. A pesar del dinero que llegó de Francia, el 14 de agosto el club entregó a Vélez el pase de Fabricio Fuentes por 900 mil pesos. No conforme con la fortuna reunida, la dirigencia rojinegra selló el 14 de setiembre del mismo año la transferencia de Damián Manso al Bastía de Francia por sólo 887.500 pesos. El diez regresará a la ciudad al año siguiente y el 1º de agosto de 2003 pasó a Independiente por sólo 300 mil pesos.

La transacción que rompió con todas las marcas fue la firmada con el Benfica de Portugal el 8 de octubre de 2007, donde a cambio de ocho millones de euros Ñuls se desprendió del sorprendente Oscar Tacuara Cardozo. El 27 de marzo de 2002, en una negociación muy conversada, Maxiliano Rodríguez pasó el Espanyol de Barcelona por cinco millones de dólares. Por cuatro millones, el 14 de agosto de 2006 River se llevó a Fernando Belluschi. El 31 de agosto de 2004, en cambio, el Ajax de Holanda pagó 4.875.000 euros para llevarse a Mauro Rosales.

El 14 de agosto de 2003 no fue un buen día para el ex tesorero de Ñuls, a pesar de que el club se desprendió de Lisandro Sacripanti. El delantero pasó al Cobreloa de Chile por la simbólica suma de 40 mil dólares. Entre el 2003 y el 2006 Ñuls vendió futbolistas por sumas exorbitantes. A saber: el 27 de agosto de 2003 Leonardo Ponzio pasó al Zaragoza de España por 2.250.000 dólares. El 3 de marzo del año siguiente Pablo Guiñazú se fue a patear al Saturn de Rusia por 2.500.000 dólares. Números calcados para rubricar el 8 de febrero de 2005 la venta de Sebastián Domínguez al Corinthians de Brasil. Y otros 2.500.000 dólares llegaron a Ñuls, se supone, el 3 de enero de 2006 a cambio de los derechos federativos de Diego Garay, adquiridos por Racing de Santander.

Luego de que Ñuls quedara eliminado en la Copa Libertadores de 2006 por Vélez, el 21 de junio Ignacio Scocco se fue a la Unam de México por dos millones de dólares. Y será algunos días después, el 3 de agosto de aquel año, que River recuperara a Ariel Ortega, para lo cual los millonarios abonaron 1.562.420 euros. López terminaría de desarmar el plantel con la salida de Luciano Vella al Cadiz de España el 14 de agosto por la poco creíble suma de 235 mil dólares.

Gastón Aguirre se fue a jugar el 15 de enero de 2007 a San Lorenzo por 1.320.000 dólares para los leprosos. En el último año de gobierno, a López le quedaba poco por negociar: el 12 de marzo firmó la venta de Ansaldi a Rusia por tres millones de dólares y el 7 de agosto le dio a River a Santiago Salcedo por un millón de la moneda norteamericana.

En consecuencia, entre 2001 y 2008 Ñuls vendió jugadores por 14.437.420 euros, 7.587.500 pesos, de los cuales 7.287.500 ingresaron en plana convertibilidad, y 26.345.000 dólares. Si se tiene en cuenta la supremacía de la moneda europea por sobre la norteamericana, bien podrían concluirse que los leprosos en esos ocho años le hizo lugar en sus arcas a más de 53 millones de dólares. Así y todo, por estos días las cuentas no cierran en el parque Independencia. Saber adónde fueron a parar aquellos miles de billetes verdes será responsabilidad de la Justicia. Quizá ella pueda explicar cómo entonces ante tanta abundancia económica el 15 de diciembre de 2008 los socios de Ñuls encontraron el club tapado de escombros y con el busto de Isaac Newell dentro del tacho.