DEPORTES › AUNQUE TERMINó SUFRIENDO, ÑULS VENCIó MERECIDAMENTE A BOCA
En sólo 18 minutos el equipo de Sensini ya ganaba por tres goles. Después tuvo varias para cerrar el partido pero falló en la definición. Los xeneizes se acercaron hasta que Bernardi garantizó la victoria. El miércoles, con Emelec por la Copa.
› Por Alejo Diz
4 Ñuls: Peratta (7); Alayes (5), Schiavi (6), Insaurralde (5); Dolci (5), Bernardi (8), Mateo (6), Vangioni (6); Formica (6); Achucarro (6), Boghossian (5). DT: Roberto Sensini.
2 Boca: Abbondanzieri (3); Ibarra (4), Paletta (3), Muñoz (4), Morel Rodríguez (4); Méndez (5), Medel (4), Prediger (5); Riquelme (5); Gaitán (5), Palermo (5). DT: Abel Alves.
Goles: PT: 2m Insaurralde (Ñ), 15n Achucarro (Ñ), 18m Formica (Ñ), 34m Palermo (B) de penal. ST: 41m Viatri (B) y 45m Bernardi (Ñ).
Cambios: ST: Desde el inicio Chavez por Prediguer (B), 17m Barrientos por Mateo (Ñ), 23m Machuca por Achucarro (Ñ), 26m Viatri por Morel Rodríguez (B), 27m Estigarribia por Formica (Ñ) y 38m Insua por Gaitán (B).
Arbitro: Federico Beligoy
Cancha: Coloso del Parque
Expulsados: ST: 22m Alayes (Ñ) y 45m Paletta (B).
Nuevos episodios de violencia en la hinchada de Ñuls habían quitado la atención en el parque Independencia sobre la vida deportiva del primer equipo. En las últimas horas los reportes policiales y médicos fueron la noticia en la institución rojinegra. Había clima extraño en el Coloso. No se hablaba de fútbol, hasta que el equipo salió a la cancha y ofreció en los primeros 18 minutos de juego todas las emociones que se habían escondido en las primeras tres presentaciones del año. Los rojinegros goleaban al xeneize al superarse el primer cuarto de hora, el estadio bramaba por emociones contenidas y el conjunto de Sensini, aún sin desprenderse de conocidas inseguridades, se encaminó a darle forma a una victoria que lo fortalece a cuatro días de jugarse en Ecuador la clasificación a la zona de grupo de la Libertadores.
Más allá de lo sufrido ayer por Lanús ante Argentinos, es probable que la defensa de Boca sea la más vulnerable del torneo. Los goles que le hicieron a los xeneizes en el verano sacaron del club a Alfio Basile. Las ventajas que entregan Abbondanzieri y sus defensores, con Paletta liderando la tabla de macanas, son tan profundas que pusieron a Ñuls en faceta goleadora desconocida. Es que en dos minutos de juego la lepra hizo lo mismo que en sus tres primeras presentaciones del año: un gol. Insaurralde ganó por arriba un tiro libre de Dolci y anotó el primer tanto en el rebautizado estadio Marcelo Bielsa.
Boca daba espacios para jugar. Formica corría libre, Achucarro y Vangioni desequilibraban y Boghossian llegaba a posiciones de gol. Esas virtudes lucía la lepra, cuando un centro atrás de Vangioni derivó en el segundo, con toque de Achucarro al segundo palo. Y para dejar otra vez en ridículo al fondo visitante, Bernardi la tiró profundo, Boghossian la dejó y Formica corrió 25 metros hacia el arco, en soledad, hasta llegar a Abbondanzieri, para tocar a un costado y señalar el tercero. Lo de Boca no era serio; lo de Ñuls no se había visto ni siquiera en el pasado Apertura, donde salió subcampeón.
Tanta diferencia en poco tiempo tentó a los leprosos a despertar su costado holgazán. No eran necesario correr tanto. El partido estaba resuelto. Esa confianza se sostuvo incluso cuando Insaurralde bajó a Prediger y de penal Palermo descontó. No era peligro Boca con la pelota, al margen de posibles arrestos de inspiración de Riquelme.
Lógicamente, a Ñuls se le hizo largo el partido. Tuvo la lepra la ocasión de propinarle al xeneize una goleada para el recuerdo. Se privó de ello por decisión propia. Optó por jugar más cerca de Peratta, lo que, obviamente, llevó a que el arquero tenga más trabajo. Se equivocó Alayes al ver la segunda amarilla y aquella elección táctica llevó al rojinegro a terminar inexplicamente mirando la hora.
Viatri, desde fuera del área, la clavó en el ángulo derecho y puso a Boca a un gol de la hazaña. No siempre Ñuls juega seguro. A veces el equipo de Sensini descree de sí mismo y deja reaccionar a rivales vencidos, como jugó Boca tras el gol de Achucarro. La victoria fue tan justa como el final que tuvo el partido, con Bernardi, figura de la cancha, señalando el cuarto gol con remate desde 35 metros, que el Pato no agarró, como ninguna de las otras que le llegaron a su arco.
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