Ya nadie puede descifrar en Central la lógica de su presidente Horacio Usandizaga, al menos en el área de las decisiones vinculadas con el fútbol profesional. Es que el Vasco, que no dudó en prescindir de Leonardo Madelón cuando le pidió aumento de sueldo y de Pablo Sánchez por obtener ocho puntos sobre 27, sostiene por estas horas a Ariel Cuffaro Russo, que apenas si reunió cinco unidades sobre 24, llevando al club a zona de promoción y agotando así rápidamente los beneficios que trajeron las 31 unidades sumadas en el pasado Apertura. Pero la discusión que el titular de Arroyito no quiso dar en las últimas semanas estará obligado a ofrecer el domingo, si Central no se alza con el primer triunfo del campeonato. "Si no ganamos Cuffaro Russo se va", afirmó un colaborador de Usandizaga.

El presidente carece de razones para explicar la continuidad de Cuffaro Russo, pero le sobra templanza para defender al entrenador ante el pedido a gritos de sus colaboradores, entre ellos su hijo Manuel, para intentar cambiar el rumbo del equipo entregando su dirección técnica a nuevo profesional. Y tampoco está claro el porfiado papel de Cuffaro Russo, que se mantiene obstinado en revertir la situación, incluso al sumar en La Plata el octavo encuentro sin triunfos.

Las conversaciones de Manuel con el intermediario Pinza Vidal, que es el único hombre de confianza que tiene en el ambiente profesional del fútbol, van camino a intentar la vuelta de Reinaldo Merlo. Pero "Mostaza" hizo saber que su deseo es "tomar el equipo antes del partido con San Lorenzo", según confió un directivo canaya, esclareciendo de tal manera los esfuerzos del manager por conseguir el pulgar en alto para despedir a Cuffaro Russo en el vestuario de Gimnasia y Esgrima.

Tras el empate ante el lobo el Vasco aceptó pensar en nuevo entrenador si el domingo el equipo no le gana a San Lorenzo. Y como las probabilidades de que las ilusiones del canaya vuelvan a tropezar el fin de semana, la dirigencia auriazul intentará que sea Madelón el nuevo conductor táctico.

Cuffaro Russo no resistirá una nueva derrota, incluso ganando ante el azulgrana. La situación del club con el promedio se agravó a niveles impensados por la extensa racha sin victorias. Al Vasco y Manuel le quedan una última carta por jugar, que es la renovación del cuerpo técnico, lo que traería estímulos anímicos que podrían alentar la recuperación del equipo. "El club quedó en manos del presidente y su hijo. Y los dos no pararon de equivocarse. En el último tiempo Central hizo dos inversiones importantes: una para traer a Martín Astudillo y la otra para comprar a Paul Ambrosi. Hoy ninguno de ellos es titular. Ese es un ejemplo claro de cómo se maneja el fútbol en el club", reflexionó, con resignación, uno de los ex dirigentes que supieron acompañar a Usandizaga en su gestión y optó por renunciar en los últimos meses.