5 Ñuls: Peratta (6); Alayes (6), Schiavi (6), Insaurralde (5); Roselli (4), Villalba (8), Vangioni (5); Sperdutti (8), Formica (8); Achucarro (7), Boghossian (8). DT: Roberto Sensini

0 Colón: Pozo (4); Candia (4), Garcé (3), Merlo (3), Nicolás Torres (3); Caire (3), Moreno y Fabianesi (3), Capurro (3), Bertoglio (4); Bauman (4), Nieto (4). DT: Antonio Mohamed.

Goles: PT: 16m Boghossian (Ñ), 23m Sperdutti (Ñ), 32m Formica (Ñ) y 41m Achucarro (Ñ). ST: 12m Boghossian.

Cambios: PT: Desde el inicio Alfredo Ramírez (4) por Capurro y Gómez (4) por Bauman (C), 15m Andrés Ríos por Merlo (C), 24m Sánchez Prette por Formica (Ñ), 35m Barrientos por Villalba (Ñ).

Arbitro: Patricio Loustau

Cancha: Coloso del Parque

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Si se mira la caja de la tesorería, el presupuesto que dispuso Ñuls para armar el plantel se encuentra entre los cinco más bajos del torneo, incluyendo a los ascendidos. Si se posan los ojos en el equipo, con esos recursos Roberto Sensini puso al rojinegro entre los cinco primeros clubes de la temporada, mérito que lo llevará muy probablemente a jugar la próxima Copa Sudamericana. Y si hablamos solo de fútbol, ayer los leprosos estuvieron cerca de exhibición, marcando tres goles en la primera media hora, cinco en toda la tarde, ante un Colón que pisó el Coloso soñando también en jugar el torneo sudamericano, pero se fue con una caída que lo aleja del escenario internacional.

Si se coteja dinero disponible en caja con resultados obtenidos, la ecuación le da números claramante positivos a Sensini. La deuda que no saldaba el entrenador estaba ligado a lo estético, siendo que nunca logró que sus dirigidos se luzcan en algunos de los 17 partidos ganados en el temporada. Hasta ayer, que volvió Boghossian al gol, Sperdutti acentuó su crecimiento, Formica reencontró su nivel, Achucarro acompañó con precisión y Villalba dejó en claro por qué es el mejor volante central del plantel si están de baja Bernardi y Mateo.

De eso fue víctima Colón, dejando en cancha la peor expresión deportiva del ciclo de Mohamed. El inicio de todo estuvo en la cabeza de Boghossian, que apareció por el segundo palo tras tiro libre de Sperdutti. El uruguayo le ganó a su marcador y superó a Pozo con cabezazo al primer palo. El partido todavía pendulaba entre los intentos de los equipos que acomodar su pretensiones, cuando la lepra golpeó.

A partir de entonces Ñuls apostó por profundizar sus aspiraciones de juego en circulación de pelota, encontrando un lindo gol: Formica la bajó de pecho a la salida de un lateral, tocó a Achucarro y el paraguayo la tiró al vacío al ver toda la defensa sabalera adelantada, corriendo Sperdutti hacia Pozo, a quien lo vulneró con toque bajo.

La ventaja de dos goles comenzó a encontrar justificativo en el juego, donde todo el medio de Colón perdía ante el juvenil Villalba y nadie de la visita podía dar con un pase hacia adelante para un compañero. Pero Ñuls se abrió camino a la goleada con otra torpeza de Garcé, quien bajó a Boghossiam fuera del área, y de tiro libre al primer palo Formica señaló el tercero. Todo era a voluntad de la lepra y la visita asumió la superioridad lealmente, sin incurrir en una sola acción de mala fe.

El cuarto gol sirvió para retratar claramente los yerros elementales cometidos por el fondo sabalero. Villalba recibió la pelota en su campo al rechazo de su defensa de un corner lanzado por Colón, levantó la cabeza y al ver el fondo sabalero parado en línea en vez de intercalar a sus defensores para evitar verse superado con un pelotazo, el juvenil la tiró recta hacia Achucarro, quien entonces recorrió 25 metros con pelota al pie hasta verse con el arquero y superarlo con derechazo cruzado.

Lo que vino fue para la estadística: Boghossian marcó su segundo tanto con otro cabezazo, al ganar solo en corner lanzado por Formica, el equipo marcó cinco goles por primera vez bajo la dirección técnica de Sensini, que con los tres puntos de ayer se erigió en el entrenador que más puntos sacó en una temporada desde que iniciaron los torneos cortos. Aunque lo más importante es que el entrenador cumplió con una deuda reclamada: jugar para el gusto de los ojos de sus hinchas, satisfacción que ni siquiera pudo acercar en el torneo del subcampeonato.