0 Arsenal: Campestrini; Espínola, Peppino, Nervo, Damián Pérez; Sena, Nicolás Domingo, Mosca, Menéndez; Jara, Leguizamón. DT: Jorge Burruchaga.

2 Ñuls: Peratta; Alayes, Schiavi, Insaurralde; Sperdutti, Mateo, Bernardi, Vangioni; Formica; Achucarro, Boghossian. DT: Roberto Sensini.

Goles: PT: 12m Alayes (Ñ) y 30m Schiavi (Ñ).

Cambios: PT: 43m Roselli por Alayes (Ñ). ST: 12m Obolo por Menéndez (A), 20m Galván por Nervo (A), 28m Cristian Alvarez por Nicolás Domingo (A), 38m Estigarribia por Vangioni (Ñ) y 40m Diego Torres por Achucarro (Ñ).

Arbitro: Luis Alvarez

Cancha: Arsenal

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En el tramo final del torneo Ñuls se transformó en un equipo práctico y eficaz. Como ante Colón, ayer a la lepra le alcanzó con la primera media hora de juego para imponer condiciones y sacar diferencias decisivas ante Arsenal. Con un cabezazo de Alayes y otro de Schiavi el rojinegro consiguió la decimonovena victoria de la temporada, séptima en el Clausura, méritos que le aseguraron su clasificación a la Copa Sudamericana, objetivo trazado tras su efímera participación en la Libertadores.

La posibilidad de volver a jugar la Sudamericana fue suficiente motivación para Ñuls, que a pesar de mostrar en cancha a varios jugadores que posiblemente dejen el club el mes próximo por la finalización de sus contratos, el equipo lució ideas claras y la ambición intacta para no caer en distracciones y golpear a Arsenal donde más le duele a su entrenador Jorge Burruchaga: en sendas pelotas paradas.

De un corner apareció en soledad Alayes por el primer palo para marcar de cabeza el primero y luego, de un tiro, resaltó Schiavi, devolviendo la pelota al área con pie derecho y ganado luego el rechazo corto de Nervo para marcar el segundo con cabezazo sobre la línea.

Lo singular del partido es que ningún tanto alteró el desarrollo del juego, porque siempre lució el rojinegro seguro con la pelota y cuando debía defender, al tiempo que nunca pudo Arsenal disimular sus grietas entre las líneas, ante la dificultad de zurcir pases seguidos.

Algunas corridas de Sena por derecha generaron zozobra en el fondo rojinegro, pero nada más. Ñuls jugaba la pelota a gusto, con Formica y Sperdutti tan veloces como prácticos, aunque cuando el segundo de ellos quedó frente a Campestrini definió al cuerpo del uno.

Lo que rompió el libreto de Sensini fue el pedido de cambio de Alayes, afectado por un dolor en la rodilla derecha, ingresando Roselli para cubrir espacios en la extrema línea.

Lo que se vio en el segundo tiempo pareció hecho a semejanza de los visto ante Colón: Ñuls jugando sin poner en riesgo la victoria, anulando cualquier arresto de reacción en el rival. En la desesperación, Burruchaga quemó sus máximas al llegar al límite de jugar con tres delanteros en cancha, con el ingreso de Obolo, movida que no acareó mayor inquietud al fondo visitante. Entonces todo pasó a ser cuestión de tiempo, y cuando se consumieron los segundos 45 minutos Ñuls se cerró en un único abrazo para celebrar la clasificación a la Sudamericana.