Así como Ñuls debió irse al entretiempo abajo en el marcador, las situaciones de gol que propició en el segundo valieron, al menos, la conquista de un tanto. Sin embargo, ambos equipos chocaron en varias oportunidades contra Campestrini y Peratta, las figuras de ambos conjuntos. La rotación que dispuso Sensini provocó una merma en el rendimiento de su equipo, que mostró lo peor del torneo en la primera etapa. En la segunda, emparejó y pudo ganarlo. Con el empate, quedó a cuatro unidades del puntero Vélez. Sensini fue expulsado porque su equipo volvió unos segundos después de los 15 minutos de descanso para el segundo tiempo.

Resultó incomprensible que Arsenal no se haya ido al descanso en ventaja. Por el buen juego que desplegó y por lo descolorido que se lo vio a Ñuls, mereció festejar uno de las tantas chances de gol que dispuso a lo largo de la primera etapa. Fue el claro dominador a lo largo y ancho de todo el lapso. El leproso ingresó dormido a la cancha, quizás paciente, reconociéndose en inferioridad física por la seguidilla de encuentros disputados.

Con juego asociado, triangulaciones y atacando por las bandas, el elenco de Sarandí complicó mucho al de Sensini. El técnico rojinegro optó por volver a defender con línea de cuatro y, en ese esquema y siendo habituales centrales, Machuca y Cichero fueron superados constantemente por los atacantes del equipo local. Schiavi y Alayes, en el centro de la última línea, también tuvieron inconvenientes para contrarrestar los embates de Arsenal, que tuvo en Leguizamón al estandarte de la ofensiva. A través de sus pies llegaron las situaciones más claras. Pero, a él, Peratta le aguó la celebración en varias oportunidades.

Al uruguayo ex Central, Choy González, en cambio, lo mufaron los caños defendidos por el uno leproso. A los 12 minutos, tras un cabezazo a la carrera, fue el caño izquierdo el que dijo no y a los 43 el otro vertical se lo negó tras un zurdazo a colocar desde afuera del área.

La rotación de jugadores que implementó Sensini no trajo consecuencias positivas en el juego del equipo. Como reconoció el mismo entrenador tras el encuentro, los que supuestamente cuentan con más minutos de descanso no se desempeñaron tan bien como los que acumulan varias horas seguidas de partidos. En el primer tiempo, Machuca falló en varios cierres y, al igual que Cichero, tuvo dificultades para contener a Leguizamón. La ausencia de Bernardi fue de las más notorias. Cuando Sensini no logra disponer del tándem Mateo-Bernardi, el mediocampo de su equipo suele verse superado contundentemente por el rival. En la delantera, la Pulga Rodríguez alternó buenas y malas, pero nunca logró salir de su irregularidad. Más adelante, en su vuelta desde la lesión que lo marginó de las canchas, el uruguayo Taborda pasó sin pena ni gloria y, por su floja tarea, Sensini lo reemplazó a los 10 minutos del segundo tiempo.

Por eso, Ñuls veía cómo lo superaban en todas las líneas. En el mediocampo, el incansable Mateo no podía detener a los rivales y era Ortiz el que dominaba el centro del campo. Sólo tuvo una situación y fue muy clara. Sperdutti, tras una larga corrida y aprovechando la caída de su marcador, quedó sólo frente al arquero pero remató al cuerpo de Campestrini.

Tras el descanso, (con Sensini en los vestuarios, ya que fue expulsado porque su equipo tardó más de 15 minutos en regresar a la cancha), Ñuls se adelantó diez metros en el campo e impidió que la supremacía de Arsenal sea idéntica a la del primer tiempo. Más replegado, el equipo local comenzó a exhibir algunas grietas en defensa. Así fue como Ñuls dispuso de varias situaciones para convertir. Rodríguez la tuvo tres veces, pero Campestrini, al igual que su colega rojinegro, se fue erigiendo en figura de su equipo.

Con el efímero despertar de la Pulga, Ñuls estuvo cerca de ponerse en ventaja. Ya con Borghello en cancha, los encargados de comandar la ofensiva comenzaron a juntarse y a generar volumen de juego. Sperdutti, sin embargo, en su puesto de volante por la derecha no influyó como lo venía haciendo como atacante. La falta de un socio -Formica- perjudicó al Gordo.

Promediando la etapa final, Arsenal, urgido por la victoria, propuso el ida y vuelta y por transcurso de quince minutos desaparecieron los volantes de contención. Las situaciones se sucedían una tras otra, pero Peratta y Campestrini no se cansaban de demostrar que resultaría muy difícil superarlos en la cálida tarde de Sarandí. Así fue como Sensini reemplazó al delantero Rodríguez por el enganche Formica. Y, del mismo modo, las chances comenzaron a desaparecer de ambos lados y los dos equipos se conformaron con la igualdad.

0 Arsenal: Campestrini; Nervo, Lisandro López, Aguilar, Krupoviesa; Sena, Ortiz, Leiva, Choy Gonzalez; Legizamón, Obolo. DT: Gustavo Alfaro

0 Ñuls: Peratta; Machuca, Schiavi, Alayes, Cichero; Sperdutti Dolci, Mateo, Vangioni; Luis Rodríguez, Taborda. DT: Roberto Sensini.

Cambios: ST 9m Borghello por Taborda (Ñ), 18m Franzoia por Sena (A), 22m Formica por Rodríguez (Ñ), 28m Alustiza por Choy González (A), 30m Alvarez por Nervo (A) y Estigarribia por Vangioni (Ñ)

Expulsado: ST desde el inicio Sensini (Ñ) por regresar del entretiempo unos segundos después de los 15 minutos reglamentarios.

Arbitro: Luis Alvarez

Cancha: Arsenal