"Yo me fui al descenso con Central en el '84. Entiendo la situación que están pasando los jugadores y vengo para volcar mi experiencia", resumió Omar Palma, al ser designado sucesor de Héctor Rivoira como entrenador de Central. La dirigencia canaya acudió al "Negro" luego de recibir el rechazo de Diego Cagna y Luis Zubeldía. El club de Arroyito ya no es una tentación para entrenadores foráneos. No alcanza con ofrecer contratos millonarios y el fervor de los hinchas dejó de ser una atracción. Ante ello, ayer la directiva bajó la cabeza y llamó al último ídolo de los canayas, cuyo nombre ni siquiera estaba en el margen de la hoja donde se anotó la nómina de candidatos. "A partir de mañana empezaré a ser entrenador", valoró, entusiasmado, un feliz Palma. "Me gustó la idea de formar toda una estructura en el club con hombres que sean de la casa", rescató el último gran diez que vistió la auriazul.

Consumada la renuncia de Rivoira, el presidente Norberto Speciale y el manager Gonzalo Belloso armaron rápido un borrador con nombres posibles para darle continuidad el trabajo iniciado por Reinaldo Merlo en agosto pasado. La prioridad era Cagna. Hubo acuerdo en los números de su contrato, pero al meditar la decisión ni siquiera el dinero convenció al ex jugador de Boca. Adujo "problemas personales" y desestimó la oferta, al lunes por la noche.

Ayer por la mañana las primeras averiguaciones desalentaron la pretensión de traer a Luis Zubeldía. El hombre formado en Lanús antepone las ideas de trabajo a cumplir por sobre los billetes a ganar. Como institución, Central no tiene analogías con Lanús, donde se formó Zubeldía. El último proyecto sostenido en el tiempo en Central fue el Angel Tulio Zof, en su última etapa. Desde entonces en Arroyito viran de rumbos a la par de los resultados. Por lo cual el contacto formal con Zubeldía ni siquiera se intentó.

En la urgencia por poner delante del plantel a un entrenador, la dirigencia descartó el arribo de Claudio Ubeda para darle paso al Negro Palma, quien el propio presidente dejó fuera de carrera tras la renuncia de Rivoira. "No es el momento de Palma. Debe hacer experiencia en otros clubes", afirmó Speciale. Pero ayer el presidente, en la sala de conferencia del Gigante, presentó al Negro con tono conciliador: "Es un poco insólito que presente a Omar (Palma), ídolo de todos nosotros". "Mi experiencia es haber jugado toda una vida en Central", subrayó el Negro, quien relativizó las expresiones del presidente del pasado domingo. "Me dejó tranquilo la explicación que me dio. Me quiso proteger por ser un ídolo del club", confió el Negro.

--¿Esperaba el llamado de Central en este momento del club?- preguntó Rosario/12.

--Venía acompañando al equipo en los partidos. Estaba cerca del plantel y sabía que los dirigentes me tenían en cuenta, aunque por ahí buscan gente de experiencia. Pero ya no quiero mirar para atrás. Estamos a 18 puntos del ascenso directo y a siete de la Promoción. Es una situación difícil, los hinchas lo saben. Los dirigentes me hablaron de recuperar a toda la gente que es del club y me pareció una muy buena idea. Si estamos todos juntos vamos a salir de esta situación. Intentaremos jugar la Promoción, porque estoy seguro de que les va a ser difícil a los equipos de Primera jugar con Central".

--Merlo y Rivoira tienen reconocida trayectoria en la B y no lograron formar un equipo competitivo en club. ¿Cuál cree que es el problema del plantel?

--El mayor problema es anímico. Hay chicos que se fueron al descenso que todavía no lograron superar la situación. Vamos a trabajar mucho en lo psicológico.