1 Gimnasia: Monetti; Rieloff, Masuero, Agüero, Casco; Encina, Rinaudo, Aued; Neira; Barros Schelotto, Graf. DT: Angel Cappa.

2 Ñuls: Peratta; Vella, Schiavi, Lema, Cichero; Bernardi, Mateo; Sperduti, Camacho, Estigarribia; Bieler. DT: Javier Torrente.

Goles: PT: 33m Barros Schelotto (G). ST: 30m Schiavi (Ñ) de penal, 36m Bieler (Ñ).

Cambios: ST: Desde el inicio Vangioni por Cichero (Ñ), 10m Faravelli por Camacho (Ñ), 16m Vizcarra por Graf (G), 24m Almirón por Bernardi (Ñ), 34m César González por Aued (G).

Arbitro: Carlos Maglio

Cancha: Gimnasia y Esgrima de La Plata

Expulsado: ST: 29m Masuero (G) por segunda amarilla.

Con el regreso de Ñuls al triunfo, ayer en el bosque platense, el equipo se despojó de la imagen perdedora de la que se habían aprovechado muchos en el Clausura. Tan importante como los tres puntos fueron los argumentos reunidos en el partido para dar con la victoria. Es que la lepra encontró los tres puntos del modo que se propuso jugar: presionando en el medio, doblando esfuerzos para recuperar la pelota, procurando jugar la mayor parte del encuentro en terreno rival y ahogando la salida del adversario para así permanecer bien lejos de Peratta. Como le gusta jugar al fútbol a Marcelo Bielsa (y a Torrente) ganó el rojinegro, que encontró los frutos del esfuerzo luego de irse al descanso en desventaja y con goles conquistados recién en el último cuarto de hora del partido.

El gol de triunfo apareció a los 36 minutos del segundo tiempo, cuando Sperdutti fue a presionar al área rival, recuperó la pelota y largó rápido el centro para que Bieler, con la rodilla, cruce el balón al segundo palo. En el sacrificio de Sperdutti a poco del final está la esencia de la victoria: presión y constancia.

El rasgo que Torrente le quiere dar el equipo mostró un esbozo en el primer tiempo, con Ñuls encerrando al Gimnasia con marca colectiva y sorpresa por los laterales, donde Estigarribia y Sperdutti sacaban ventajas en cada corrida. Incluso Camacho se atrevió a colarse en el armado ofensivo, aunque sus proyecciones no tuvieron buen final.

Jugando así, Peratta pasó desapercibido, y en ataque hubo jugadas claras: Sperdutti la tiró alta al aparecer por derecha y Bieler, increíblemente, falló pisando el área menor con disparo desviado.

Pero un mal movimiento en el fondo, con todos los defensores parados en línea, puso a Gimnasia y Esgrima en ventaja, con volea imperfecta de Barros Schelotto, tras pase vertical y preciso de Neira.

Se fue en desventaja Ñuls, pero no por eso se perdieron las ideas de juego. Lo que hizo Torrente fue cambiar intérpretes para generar más predisposición ofensiva. Los ingresos de Vangioni y Faravelli pusieron a Ñuls más cerca de Monetti y a Gimnasia muy lejos de Peratta.

Profundizó el rojinegro que el dominio pero la abundancia de hombres en campo rival no reportó más claridad. Por el contrario, todo fue más confuso en Ñuls en la primera media hora. No había pases precisos, pocos espacios y ya menos sorpresas por los costados. Pero en la insistencia se provocó el error del rival: Masuero despejó la pelota con la mano dentro del área (expulsado por doble amarilla), en acción de Faravelli, y de penal empató Schiavi.

Cuando ganaba, Gimnasia no atinó nunca a reaccionar al dominio de Ñuls. Con la igualdad, al local, que está en zona de descenso directo, le aparecieron todas las urgencias juntas y en la desesperación la fue a pelear Sperdutti en el área menor, la ganó y asistió a Bieler, quien con repentina definición le dio la victoria a Ñuls. Los puntos obtenidos no lo sacaron de la última posición a Ñuls, pero sus ideas lo devolvieron al camino de la victoria, necesario para aspirar a encontrar un final de temporada con al menos una sonrisa.