Nada nuevo en el presente rojinegro. Al igual que varios partidos, superó a su rival, dominó casi todo el encuentro, pero no pudo marcar la diferencia y la falta de contundencia volvió a impedirle el festejo. Cerró su participación en El Coloso sin haber conseguido una sola victoria y ya acumula 14 partidos sin sumar de a tres puntos. Tiene 15 puntos y se encuentra en soledad en el ante último puesto de la tabla. Bernardi fue reemplazado y ovacionado por los hinchas en el marco de rumores sobre su posible retiro.

Le costó poco más de diez minutos a Ñuls acomodarse en la cancha. Hasta ese momento la pelota se dividía con desprolijidades entre los dos equipos. El sanjuanino intentando salir con prolijidad desde su campo, pero con cierta lentitud para trasladar el balón. La lepra, no sin menos dubitaciones, trataba de imprimirle un poco de vértigo a su ataque. La velocidad de Sperdutti y las acertadas escaladas de Díaz por el sector derecho marcaban el tono de las insinuaciones del equipo de Cagna.

Escasas situaciones de gol completaban el dominio del rojinegro. A lo sumo, un remate débil de Pérez que el arquero con apellido de difícil pronunciamiento contuvo sin inconvenientes a los 30 minutos del primer tiempo. Ante la imposibilidad de ingresar al área rival, fue Sperduti el que probó de afuera unos minutos después, pero también detuvo Pocrnjic, aunque esta vez en dos tiempos. Ante la inexpresividad de Ñuls, el verdinegro llevaba el partido con tranquilidad. Esperaba, no se desarmaba porque no era inquietado y no se veía preocupado por la dificultad de arrimar peligro al arco de Peratta. Le prestaba la pelota a los de Cagna y le generaba con eso una dificultad muy grande.

En el inicio del complemento se apostó a los desbordes y el esfuerzo de Sperduti por todo el frente de ataque. El Gordo tenía libertades para elegir el sector. A los 3 minutos el arquero le sacó un tiro libre. El contagio a sus compañeros fue evidente y Ñuls fue sin dudas en busca del desnivel. Falcone, mano a mano con el uno, remató al cuerpo y desperdició una gran chance. En la jugada siguiente, Díaz capturó un rebote y disparó desde afuera, pero Pocrnjic y el travesaño le impidieron el festejo.

No pudo mantener la intensidad, pero siguió con buena circulación, desmarque y concentración. Un equipo completamente distinto al de la primera etapa, aunque todavía no alcanzaba para convertir. No obstante, pasaron unos cuantos minutos hasta disponer de otra situación. Buena jugada de Díaz por derecha, desborde y centro que Falcone conectó débilmente afuera.

San Juan hacía su negocio y no se esforzaba por adelantarse unos metros. Se reconocía inferior, tenía innumerables inconvenientes para contener la supremacía rojinegra, pero se aprovechaba del nerviosismo que comenzaba a adueñarse de los jugadores de Cagna. El entrenador leproso se jugó por los pibes Hachen y Urruti para modificar la historia, pero su equipo, como a lo largo de todo el torneo, languideció en vanos intentos. Lo fue comiendo la falta de eficacia y los errores infantiles que provocaba el paso del reloj.

0 Ñuls: Peratta (6); Díaz (6), Vergini (5), Pellerano (5), Vangioni (6); Pérez (5), Bernardi (5), Mateo (5), Tonso (5); Sperduti (6), Falcone (4). DT: Diego Cagna

0 San Martín (SJ): Pocrnjic (6); Sosa (5), Grabinsky (6), Landa (5), Mas (4); Bogado (5), Galarza (5), Cantero (5), Poggi (5); Caprari (4), Penco (5). DT: Daniel Garnero

Cambios: ST 24m Hachen por Vangioni (Ñ), 32m Alvarez y Núñez por Bogado y Caprari (SM), 38m Saavedra por Poggi (SM), 39m Urruti por Bernardi (Ñ)

Arbitro: Juan Pablo Pompei

Estadio: Coloso Marcelo Bielsa.