0 Vélez: Barovero; Cubero, Domínguez, Ortiz, Bíttolo; Fernández, Cerro, Zapata; Insúa; Martínez, Obolo. DT: Ricardo Gareca

1 Ñuls: Peratta; Vergini, López, Pellerano, Domínguez; Pablo Pérez, Bernardi, Villalba, Figueroa; Sperdutti, Urruti. DT: Gerardo Martino.

Gol: ST: 44m Pellerano (Ñ).

Cambios: ST: 19m Pratto por Insúa (V), 33m Bella por Martínez (V), 39m Canteros por Fernández (V) y Torres por Sperduti (Ñ), 42m Marco Pérez por Pablo Pérez (Ñ) y 45m Tonso por Figueroa (Ñ).

Arbitro: Germán Delfino

Cancha: Vélez.

Hubo que esperar hasta el último minuto del partido para saber por el marcador que Ñuls era superior Vélez. Pero la victoria, que llegó con el último aliento, se construyó a base de una labor colectiva sin fisuras, la mejor de la lepra en el año, superando lo hecho ante Atlético Rafaela. No tenía puntos débiles el rojinegro, al punto de esperar hasta los 40 minutos del segundo tiempo Gerardo Martino para realizar un cambio. Presionó los 90 minutos, tuvo mayormente la pelota y falló mucho en la definición. Lo ganó con gol de Pellerano, con un zurdazo que se estrelló en el travesaño y picó adentro, tras bajar Urruti de cabeza un tiro de esquina de Domínguez. Ñuls jugó su mejor partido ante Vélez, candidato al título y animador de la Libertadores. Y ese fue el mayor mérito, para un equipo que inesperadamente quedó a dos del puntero Estudiantes.

Al menos en la primera parte, Ñuls jugó ante Vélez como lo hizo frente a Atlético Rafaela: con presión eficaz en el medio y movilidad en ataque, virtudes que relegaron a jugar mayormente en su campo. Y como sucedió en la última victoria de los leprosos, el juego en rotación que despliega el equipo de Martino en ofensiva arrojó como resultado que cada jugador rojinegro dispusiera de su ocasión de gol.

El más desequilibrante era Urruti, quien probó al arco con una media vuelta a las manos del arquero y luego un remate desde afuera del área. También desde 25 metros probó Pablo Pérez en dos ocasiones, en remates que se perdieron cerca de los palos. La más clara fue de Figueroa, quien al enfrentar a Barovero la tiró muy cruzada, y sobre el final tuvo su chance Sperdutti, con derechazo alto.

La permanente actividad ofensiva de los leprosos contó con buenas intervenciones de Domínguez y Vergini, con sus corridas, y mejor compañía de Bernardi en la marca, mientras que Pérez era quien indicaba los caminos al área. Pero le faltó definición al rojinegro. Ante Rafaela Ñuls creó una docena de situaciones y marcó un gol, y anoche pasó lo mismo.

Pero las virtudes en ataque terminaron siendo la mejor defensa de Ñuls, que solo se vio superado con un desborde de Augusto Fernández, y pasó algún susto que otro en los centros. Porque a Martínez nunca le llegó la pelota en el área, Insúa no pudo asumir la conducción y Obolo jamás pudo despegarse de la marca.

El partido siguió en manos de Ñuls en el segundo tiempo. Si hasta Víctor López estuvo cerca del gol con un zurdazo desviado. Porque a pesar del desgaste físico, el rojinegro mantuvo a Vélez bajo presión, pero Ñuls no acertó nunca en el último pase. Hasta con siete jugadores rojinegros pisaban el área de Barovero. Y en las ocasiones donde la pelota iba al arco, el uno local reaccionaba sin fallas.

Es por eso que a Ñuls el empate ya no le satisfacía. La labor colectiva era la mejor del torneo. Méritos que se duplican además por la dimensión del rival. Así lo entendió Martino, que no hizo cambios hasta el tramo final. Y tantos aciertos reunidos tuvieron sus frutos, cuando Pellerano sacó una volea forzada para darle el merecido triunfo a la lepra, en el último minuto, para que Vélez ni siquiera tuviera tiempo de reacción.