1 Central: García; Ferrari, Valentini, Lequi, Zarif; Mozzo; Biglieri, Méndez, Gómez; Medina, Castillejos. DT: Juan Antonio Pizzi

0 Independiente (M): Taborda; Sánchez, Mosquera, De Miranda; Peralta, Solís, Guerra, Alvacete; Britez Ojeda; Gómez, Velázquez. DT: Claudio Del Bosco.

Gol: PT: 32m Castillejos (C).

Cambios: PT: 12m Neumann por Gómez (I), 22m Lombardi por Biglieri (C), 26m Ferradas por Britez Ojeda (I), 33m Rivarola por Gómez (C) y Quiroga por Peralta (I) y 39m Monje por Medina (C).

Arbitro: Diego Ceballos

Cancha: Gigante de Arroyito

Incidencias: PT: 14m García (C) le desvió un tiro penal a Velázquez (I)

Tuvo algunas dudas defensivas, generó pocas opciones de gol, pero en la más clara Gonzalo Castillejos no falló. El delantero acertó en un tiro penal, situación que el canaya sufrió en su propio arco, pero allí apareció Manuel García para contener un nuevo remate desde los doce pasos y conservar el cero en su arco, necesario para que la cosecha sea por tres. Aquella atajada del uno canaya sirvió de trampolín anímico para un equipo que logró dejar atrás la derrota con Almirante Brown con mucho más esfuerzo que fútbol. Las tres unidades obtenidas dejaron al conjunto de Pizzi a tan solo dos del segundo ascenso directo, lugar donde se ubica Quilmes, próximo rival de los auriazules.

Dos partidos sin ganar para un equipo aspirante al ascenso, como Central, es una marca que levantaba incertidumbre. Para salir del problema el equipo de Pizzi tenía enfrente a Independiente de Mendoza, un débil rival, que como tal suponía un riesgo traicionero: de no vencer el canaya agravaría su crisis circunstancial.

El partido se inició con problemas para el canaya, porque a los pocos minutos Valentini cometió un penal y Velázquez quedó frente a García. Pero como le ocurrió a todos quienes debieron definir un tiro penal ante el arquero auriazul, el delantero mendocino falló en la ejecución al lanzarse García sobre su derecha para desviar el remate.

Central era dominador, como acostumbra en el Gigante, pero no tenía la profundidad de otros encuentros. Por eso antes de gol solo hubo un cabezazo desviado de Valentini, tras un tiro de esquina, como única acción de riesgo. Luego, cuando Biglieri se coló en el área y desbordó a De Miranda, apareció el camino al gol: para recuperarse el defensor tomó levemente al punta auriazul por atrás, lo suficiente para que el árbitro señale el segundo penal del partido. Y Castillejos puso la pelota en el ángulo izquierdo de Taborda para dejar en ventaja al canaya.

El gol trajo seguridad en Central, necesaria para ordenar el juego, que por momentos lo tenía desbordado al canaya, porque cuando la visita intentaba avanzar con pelota por abajo explotaba espacios. Lo que le faltó a Independiente es ser agresivo en el último pase.

Central recuperó la forma en el primer cuarto de hora del complemento, donde se esforzó por llegar al segundo, principalmente en las pelotas detenidas. Es que ayer el equipo de Pizzi no abrió caminos al arco en las corridas de Ferrari o Medina, Gómez falló mucho y así Castillejos daba batalla en soledad, con solo la tenacidad que caracteriza a cualquier nueve de área.

Pero con el auriazul mostrando debilidades en defensa y ganando por apenas un gol, el partido aumentó en emotividad, tensión que se elevaba con el paso de los minutos, cuando Independiente cada vez mostraba más atención a su juego ofensivo.

Los tres puntos le sirvieron a Central para recomponer la imagen ante su gente, posicionarse a solo dos puntos del ascenso directo (ver parte) y a cinco del líder Instituto. Todo eso consiguió el canaya por retomar el camino del triunfo.