No se agotan las herramientas de este Ñuls. Cuando se encontraba perdido, aturdido ante el planteo mezquino de Banfield y restaban poco más de veinte minutos para el final, recurrió de manera acertada a la vía aérea para desnivelar un partido muy complicado. Hasta ese momento, había chocado sin ideas ante un equipo que solo buscó mantener el cero en su arco. Vergini, con un certero cabezazo, abrió la cuenta. La fiesta fue completa en El Coloso porque cuando el Taladro se vio obligado a ir en busca de la igualdad, el rojinegro lo liquidó de contra. Marcaron el pibe Muñoz y el paraguayo Aquino para decorar la goleada. Con la victoria, llegó a las 20 unidades y se mantiene firme en los primeros puestos de la tabla de posiciones.

El juego del equipo de Martino se basa en la paciencia, el buen trato de la pelota y la inteligencia para dar estocadas letales. Pero ayer, acaso por reconocerse superior, fue decididamente a someter a Banfield desde el arranque.

Sin embargo, no contó con la profundidad suficiente como para inquietarlo en buena forma. Por esa razón, mientras los minutos transcurrían el que se sentía más cómodo con el trámite era el visitante. Ñuls no hería, solo insinuaba y debía empezar a tolerar el nerviosismo de su hinchada. Negocio redondo para el amarrete conjunto de Acevedo.

Ese escenario se acentuó en el inicio de la segunda etapa. Banfield mantuvo su condición, pero logró inyectarle más dudas a Ñuls, que no lograba salir de la encerrona. El Taladro tocaba y rotaba la pelota con precisión, inofesivo sí, pero le bastaba para desdibujar al equipo de Martino y lo asemejaba al del primer tiempo con Godoy Cruz. Martino sacó al ineficiente Torres, aunque también podría haber optado por Sperduti, de bajo rendimiento. En la fase creativa, Bernardi no lograba conducir y los ataques se reducían a jugadas aisladas, carentes de elaboración.

Por ese motivo, y en una vía que no había explotado, buscó el quiebre a través de centros frontales, que siempre y cuando sean precisamente enviados, son una herramienta de peso. Pérez acertó en el pase aéreo y encontró la cabeza del lungo Vergini, que sometió a Lucchetti junto a su palo izquierdo. Iban 23 minutos del segundo tiempo y el gol fue un bálsamo para tanta incertidumbre.

El tanto abrió el marcador y también cerró las chances de la visita. Banfield se sentía a gusto con su planteo defensivo, por lo que salir a atacar le resultaba una tarea encomiable. Ñuls entendió rápido las deficiencias de su rival, y apeló a su paciencia y madurez para resolverlo con dos tantos más, de Muñoz, tras gran jugada de Tonso, y de Aquino, de cabeza, abajo al palo derecho del uno del Taladro. Una goleada impensada, consumada en los últimos 25 minutos, que pone a Ñuls a tiro de la punta y lo consolida como uno de los equipos más certeros del certamen.

3 Ñuls: Peratta (6); Vergini (6), Ortiz (5), Pellerano (5), Domínguez (6); Pérez (5), Villalba (6), Bernardi (5); Sperduti (4), Urruti (5), Torres (4). DT: Gerardo Martino

0 Banfield: Lucchetti (4); Quinteros (5), Dos Santos (5), Alayes (4), Bustamante (4), Tagliafico (4); Acevedo (5), Brum (5), Eluchans (4); Gómez (5); López (5). DT: Eduardo Acevedo

Goles: ST 23m Vergini (Ñ), 42m Muñoz (Ñ), 45m Aquino (Ñ)

Cambios: ST 14m Tonso (6) por Torres (Ñ), 16m Ferreyra por Brum (B), 27m Achucarro por López y Guillermo por Eluchans (B), 34m Muñoz por Urruti (Ñ), 40m Aquino por Sperduti (Ñ)

Expulsado: Aquino (Ñ), por doble amarilla, tras el final del partido. La primera por haberse quitado la camiseta en el festejo del gol y la segunda por la misma acción, pero al cambiar la casaca con un rival tras el pitazo final.

Arbitro: Mauro Vigliano

Cancha: El Coloso del Parque