2 Central: García; Ferrari, Valentini, Peppino, Gerardo Pérez; Carrizo, Alderete, Vismara, Rivarola; Monje, Costa. DT: Juan Antonio Pizzi.

1 Belgrano: Rigamonti; Barrios, Turus, Claudio Pérez, Quiroga; Esteban González, Parodi, Maldonado; Mancuello, Marco Pérez; Almerares. DT:

Ricardo Zielinski.

Goles: ST: 12m Rivarola (C), 44m Castillejos (C) y 45m Almerares (B).

Cambios: PT: 29m Pittinari por Mancuello (B). ST: 20m Zelarayan por Parodi (B), 27m Castillejos por Costa (C), 33m Zarif por Carrizo (C) y Etevenaux por Barrios (B), 40m Gómez por Monje (C).

Arbitro: Diego Ceballos.

Cancha: Bicentenario de San Juan

Aunque todos los objetivos descansan en el esperado ascenso, Central también tiene tiempo para dedicarse a la Copa Argentina, y algunos ratos de alegría se regala en este certamen nacional. Ayer la travesía lo llevó a San Juan, donde el canaya logró despertar a tiempo para jugar un buen segundo tiempo y vencer a Belgrano, en un partido que tuvo fuertes emociones en el epílogo. Como cada vez que el auriazul gana, uno de los tantos lo hizo Gonzalo Castillejos, aunque la figura fue Federico Vismara, imponiendo marca y repartiendo juego. La victoria por 2 a 1 se completó con gol de Rivarola y dejó al conjunto de Juan Pizzi en los cuartos de final.

Con tribunas despobladas y un sistema de iluminación deficiente, no daban muchas ganas de jugar al fútbol en el Bicentenario de San Juan. Pero fervor por jugar no faltó. Porque Central y Belgrano salieron a la cancha con mayoría de jugadores suplentes, y por caso Ramiro Costa se esforzó por mostrar condiciones, al igual que Marco Pérez en el celeste. Pero todo salió mal entre canayas y piratas. No había pases al vacío, corridas por sorpresas, ni ataques colectivos. Solo cuando Alderete y Vismara se buscaban entre ellos Central insinuaba avanzar con propósito de asistir a sus delanteros.

Esas dificultades mostró Belgrano: sin peso en el medio y débil en el área rival. Marco Pérez no desbordó nunca, al igual que Monje en Central. Ni siquiera hubo un tiro de esquina en el primer tiempo. Un remate alto de Ramiro Costa, al pisar el área mayor, fue lo más peligroso que se vio.

Central saldría al segundo tiempo con disposición a cambiar su cara. Para eso el equipo de Pizzi se paró algunos metros más adelante y luego le añadió al juego mayor velocidad. Para eso empezó a crecer la figura de Vismara, quien de dedicarse a la marca pasó a darle movilidad a la pelota con pases al ras. Y fue con ese recurso que Central encontró un gol extraño: Vismara tocó vertical dentro del área, y lo que parecía un pase al barullo fue una asistencia a Rivarola, quien dominó con zurda y definió de derecha por sobre el cuerpo del uno, que a la desesperada salió al borde del área mayor.

Tres pases seguidos y una buena definición eran méritos suficientes para sacar ventaja en un partido lleno de carencias. Con el gol Central se soltaría e iría camino a una victoria segura, sin que Belgrano le genere una sola ocasión de riesgo.

Lo que cambió con el tanto es la disposición de Belgrano, que perdió su orden táctico, quebró lanzas para sumar hombres al ataque, y ante ello Pizzi reaccionó metiendo en cancha a su goleador, Gonzalo Castillejos, que se regaló otro partido con una emoción surgida de sus pies. El punta canaya escapó por derecha, enganchó para sacarse la marca de encima y tocó de zurda al segundo palo para señalar el segundo.

Pero el final estuvo lleno de emoción. Porque descontó Almerares al recibir un centro que nadie despejó y luego el propio delantero, en la última, sacó un cabezazo en el área menor, pero la pelota se perdió por el segundo palo.