Central debe cambiar su juego para recuperar la ilusión del ascenso. Y en la búsqueda de variantes, Juan Antonio Pizzi probará hoy una formación que tendrá los regresos de Ricardo Gómez y Santiago Biglieri. Entre otras decisiones, Manuel García seguirá en el arco, mientras que en defensa está en duda la continuidad de Gerardo Pérez. "Estamos dolidos porque perdimos un partido que nadie esperada", asumió Paulo Ferrari, quien de igual modo ratificó su apuesta por devolver al club a Primera: "Estoy convencido de que Central va a ascender. Y creo que si ganamos el sábado ante Desamparados vamos a tener muchas chances", pronosticó el defensor auriazul, en una de las primeras voces que se hicieron oír tras la decepción del domingo. El partido del sábado a las 15 con Desamparados lo dirigirá Ariel Montero.

Pizzi está frente a una toma de decisión que definirá el futuro del club. El entrenador está obligado a recomponer la imagen del equipo, que tuvo su primera mueca de insatisfacción en la caída ante Patronato y terminó de desdibujarse ante Chacarita, con un mediocampo que falló en su idea de moverse con Leonardo Monje como volante por izquierda.

Por eso el entrenador canaya probará esta mañana una alineación similar a la que se alzó con siete triunfos consecutivos, racha que se detuvo en el empate con River. Volverá Biglieri, de baja por lesión en los últimos tres juegos, por Andrés Alderete, mientras que Gómez recuperará protagonismo en lugar de Monje. Medina y Castillejos serán los delanteros. En el caso de Alderete, el jugador padece una lesión de meniscos aunque hizo saber su disposición a jugar en San Juan, al menos estar como suplente.

Las cavilaciones a despejar por Pizzi en la práctica de fútbol están en defensa, más precisamente en la continuidad de Pérez. Omar Zarif fue quien reemplazó al juvenil en el partido con River cuando Alejandro Domínguez encontró facilidades para desmarcarse. En el arco, en cambio, continuará García, mientras que la titularidad de Matías Lequi y Nahuel Valentini no está bajo observación del entrenador.

El plantel retomó los entrenamientos ayer en Arroyo Seco, donde aún los jugadores acusaban la decepción del domingo. "La verdad que nadie esperaba perder con Chacarita. Estamos muy dolidos", aceptó Ferrari. "Perdimos un partido que teníamos que ganar. Pero debemos dejar eso atrás para ganar el próximo encuentro, porque las chances están intactas y vamos a pelear hasta el final. El grupo está convencido de que va a lograr el ascenso", enfatizó el defensor canaya.

El partido del sábado a las 15 con Desamparados se jugará el estadio Bicentenario de San Juan, donde habrá lugar para más de doce mil canayas, aunque la derrota con Chacarita detuvo abruptamente el fervor de los hinchas. Más de seis mil localidades se venderán entre hoy y mañana en el Gigante, con expendio abierto al público en general.

"No pensamos en la Promoción porque la realidad es que todavía no tenemos que jugarla. Pensamos en ganar el sábado y que se nos den los resultados para lograr el ascenso", subrayó Ferrari.