Hernán Encina regresará a Central para convertirse en la quinta incorporación del equipo de Miguel Angel Russo. Tras recorrer varios clubes, el volante derecho cerrará contrato por una temporada y se convertirá en una alternativa de creación para el entrenador canaya. Hace unos días, la operación parecía caída pero se reflotó rápidamente ayer y ambas partes sellaron el acuerdo.

Pero, no solamente la pretemporada canaya pasa por abrochar refuerzos, también inquieta al cuerpo técnico y la dirigencia de Central cerrar la continuidad en el plantel de algunos jugadores que integraron el equipo en la última temporada. El sábado se le compró el 50 por ciento del pase al volante uruguayo Julio Mozzo, que supo ser hasta sufrir una lesión una pieza fundamental en la columna vertebral del conjunto que dirigía Juan Antonio Pizzi. Ahora se negocia con el mediocampista Federico Vismara y el delantero Javier Toledo (foto), aunque la resolución aparece mucho más complicada que la del jugador extranjero porque las diferencias entre la comisión directiva y el representante de ambos, Nazareno Marcolesse, son muy grandes.

Tras su partido de Arroyito en 2006, Encina jugó en México, Ecuador y en Colón de Santa Fe, Godoy Cruz, Gimnasia de La Plata e Instituto de Córdoba. Ahora volverá a vestir la camiseta del club que lo vio nacer. Lo unirá a Central un préstamo de un año, con una cláusula que lo habilita a romper el vínculo en el caso de que haya una oferta de un club del exterior.

Cuando se esperaba que Toledo y Vismara acuerden su situación contractual, las trabas surgieron en el plano económico. Marcolesse intenta resolver primero la forma de pago de la deuda pendiente que hay con los dos jugadores, y una vez logrado eso, dialogar sobre la chance de renovar por una temporada más. Son dos operaciones que se vienen estirando más de lo previsto, por lo que no sería extraño que en los próximos días se resuelvan definitivamente. Para una prórroga o partida de los jugadores, pero con la firme intención de no prolongar las charlas.