Jugar en Central no es un buena idea para los jugadores que la dirigencia auriazul intenta contratar. El último en rechazar la propuesta canaya, después de extensas negociaciones, fue Fabián Vargas. El colombiano hizo las valijas para ir a Ecuador y jugar en Barcelona. Ahora los esfuerzos del presidente Norberto Speciale se orientan en comprarle a Boca el pase de Jesús Méndez.

Central y Vargas tenían un acuerdo de palabra. El club le ofreció al ex Independiente lo que pedía. Pero Vargas prolongó la definición de su futuro hasta último momento, y sorprendió a los canayas al desestimar la propuesta auriazul, que en lo económico era la mejor del fútbol argentino.

Pero a Central no le alcanza con plata para traer los refuerzos que pide Miguel Russo. El proyecto de club parece no seducir, sumando la dirigentes tres semanas de negociaciones en el mercado de pases sin concretar una sola operación. Porque Alejandro Donatti fue ofrecido, y aceptado por Russo, al igual que el juvenil defensor de Boca, Lisandro Magallán, que llegará a préstamo por un año.

Estas frustraciones obligaron a Speciale a dar un golpe de timón en las prioridades, destinando ahora todos los esfuerzos en sellar la vuelta de Méndez. Es que la oportunidad apareció ante el interés de Boca de vender al jugador, quien a fin de año se queda con el pase en su poder. Central propuso 600 mil dólares y Boca contrarrestó pidiendo además de los billetes verdes el 10 por ciento que tiene el canaya sobre el pase de Guillermo Burdisso.

Estas fallidas negociaciones empujaron anoche al tesorero Eduardo Macías a anunciar su renuncia al cargo, aunque en otras oportunidades el directivo luego de rectificó y retomó funciones.