Un empate ante uno de los peores equipos del torneo conformó a Central, que solo con vencer al ya descendido Argentinos en el Gigante, en la última fecha, conseguirá el objetivo de clasificar a la Copa Sudamericana. Desde el juego, el equipo volvió a mostrarse carente de ideas, sin profundidad para complicar al rival e inconexo en ofensiva. Racing mereció mejor suerte, pero chocó contra un Caranta gigante, la figura del partido. "No nos llevamos lo que vinimos a buscar", dijo el arquero tras el partido.

Si algo que Central merece que le reconozcan es que intenta ser el protagonista de los partidos desde el inicio. Posteriormente, cuando el análisis se posa indefectiblemente sobre el método que emplea para conseguirlo uno se encuentra con respuestas poco claras. Ayer, al menos en el primer tiempo, quedó demostrado una vez más. El canaya se plantó en campo rival y no titubeó en Avellaneda, aunque -es verdad- ante uno de los peores sino el peor equipo del certamen.

Jugó al palo por palo y se encontró con un rival que, ya sin Mostaza Merlo en el banco de suplentes, se sumó a dicho convite. Racing sumó más gente que lo habitual en ataque y desairó a la defensa del equipo de Russo en más de una oportunidad al punto de disponer de un par de claras chances de gol. Central encontró espacios a las espaldas del marcador lateral derecho Gómez, aunque careció de profundidad, un rasgo que lo aqueja en las últimas fechas.

Con el correr de los minutos, al partido se lo comió la chatura. Ambos mantuvieron la posición, pero perdieron precisión. Racing asumió más responsabilidad, aunque desprolijo, para tomar la iniciativa. El colombiano Martínez, potente y veloz, era la carta. Central, en cambio, se recluyó en la contra. Medina y Carrizo tomaron malas decisiones cuando el campo rival escaseaba de defensores.

La tendencia se profundizó desde las puertas del segundo tiempo. Racing generó peligro con las apariciones fulgurantes de Martínez y, sobre todo, Gabriel Hauche. Debió aparecer en todo su esplendor Caranta, el mejor jugador canaya en el torneo, para impedir la apertura del marcador. Central se reducía a la contra, que ya no tenía el peso de la etapa anterior, y a las pelotas paradas para los lungos. Donatti pudo anotar pero Saja le contuvo un cabezazo. La propuesta de los de Russo ya no era tan ambiciosa.

La iniciativa del local, sin embargo, lejos estaba de ser un asedio. Por eso mismo, Central mantenía con comodidad el trámite del partido y no veía con disgusto el resultado parcial. La imposibilidad de anotar devolvió a Racing un andar mediocre, que agigantó la figura de la defensa canaya, en particular del joven Berra, impasable en la zaga y firme a la de correrse a los laterales para cortar avances. Central se recluía expectante, a pesar de que nunca supo cómo lastimar al local.

Russo confío en Domínguez y sacó a Carrizo. Había que cuidar y no arriesgar para el entrenador. Pero sufrió cuando Caranta se lució nuevamente tras un remate de cabeza del lateral García. Sin llegadas sobre el cierre, el partido se murió.

0 Racing: Saja; Gómez, Cabral, Migliónico, García; Gabriel Hauche, Cerro, Aued, Guillermo Hauche; Martínez, Vietto. DT: Fabio Radaelli.

0 Central: Caranta; Ferrari, Donatti, Berra, Delgado; Medina, Méndez, Carrizo, Aguirre; Niell, Castillejos. DT: Miguel Russo.

Cambios: ST 25m Viola por Guillermo Hauche (R), 27m Domínguez por Carrizo (C), 33m Acuña por Niell (C), 36m Luna por Castillejos (C),

Arbitro: Fernando Echenique.

Cancha: Racing.