Final feliz para la novela canaya del verano. Marco Ruben, tal como lo deseaba, continuará como delantero de Central y jugará la Copa Libertadores. La dirigencia auriazul anunció ayer la extensión del contrato del jugador en tres años y medio por la suculenta suma de 5 millones de dólares, una cifra inimaginable en el fútbol argentino y sólo comparable con la vuelta de Carlos Tevez a Boca. "Este es uno de los momentos más lindos que me dio el fútbol", bramó el delantero en contacto con los medios. Por otro lado, ayer arribó a Rosario el mediocampista Gastón Gil Romero, y en unos días se cerraría el traspaso del arquero Sebastián Sosa.

Casi como un chico se lo veía ayer a Ruben. De imborrable sonrisa, el delantero volvió a nacer. Se había encaprichado en su objetivo, nada lo movía de Arroyito, ni siquiera las ofertas jugosas que recibió su representante Andrés Miranda. Finalmente, y luego de casi dos meses de diálogos, en los cuales crecieron y descendieron las esperanzas casi por igual, los ucranianos del Dínamo de Kiev cedieron y destrabaron la complicada negociación. De esa manera, Ruben, la dirigencia, el plantel y los hinchas se trenzaron en un abrazo simbólico. El contrato millonario será abonado en cinco semestres, a razón de un millón de dólares por cada pago.

"No hay mucho de que hablar. La alegría es grande, es de las dos partes, de mi gente, de mi familia, mi representante, de la gente de Central. Todos estuvimos de acuerdo en seguir un mismo camino, trabajando juntos con un objetivo", comentó Marco en el predio de Arroyo Seco, al lado del presidente Raúl Broglia. "Por un lado, lo vivía tranquilo porque estaba centrado en esto. Sabía que en algún momento se iba a cerrar, aunque demorara más o menos. Se hicieron las cosas de manera correcta y no podía haber otro final. Pero cuando empezaron a pasar los días y del otro lado seguían complicando las cosas, me empecé a intranquilizar. Pero mi cabeza estaba acá y sabiendo que iba a terminar bien", amplió el delantero.

Ruben, en tanto, admitió que se inmiscuyó en la negociación para convencer a los dirigentes del club europeo que la opción más viable, la única para él en realidad, era el traspaso a Central. "Quería aclararles a ellos que yo no tenía otro objetivo que jugar en Central. Era lo que quería de mi vida, de mi trabajo y de todo lo que me pasa. Yo sé que la felicidad de mi familia es la felicidad mía y entonces no había otro camino. No les dejamos otra alternativa. Si bien el Dínamo puso algunas condiciones para mi salida, que a ellos les convenían un poco más, lo que yo hice fue ponerme firme en esta idea, por el compromiso con el club y con este equipo, y por las ganas y la ilusión de todo lo que viene", explicó el goleador del último certamen.

De lleno en el semestre plagado de desafíos que tendrá el Canaya, con dos torneos locales y uno internacional, Ruben dijo que sus objetivos son los mismos que tiene el grupo. "Vamos a jugar un torneo corto, pero se nos suma la Copa y se juntan muchos partido en pocos meses. Así que desde el partido con Godoy Cruz nos tienen que empezar a salir bien las cosas para estar firmes en los dos frentes. Y desde lo personal, aportar a ese objetivo, estando bien, a pleno, para sumarle al equipo", cerró, feliz, el delantero canaya.