A solo tres días de gestión, la dirigencia de Eduardo Bermúdez rompió diálogo con la oposición y se lanza a una gestión conflictiva en Newell's. Las nuevas autoridades rojinegras privaron a la oposición de un rol relevante en la Comisión Fiscalizadora, decisión que calificaron los opositores de "antidemocrática". "Pretenden de esta manera hacerle creer a los socios que se autocontrolarán los propios actos de gobierno", lamentó Federico Ripani, refente del Frente Futuro Leproso, la segunda lista más votada el pasado domingo. La presidencia de la Comisión Fiscalizadora quedó en manos de Bermúdez, lo que minimiza el acceso a la información sobre la gestión del club a los socios.

En la primera reunión de la Comisión Fiscalizadora, el oficialismo (con tres miembros) desestimó el pedido de la oposición (dos representantes) de ejercer la presidencia. Como la responsabilidad del órgano es controlar la gestión de la directiva, el presidente tiene la posibilidad de participar -solo como observador- en las reuniones de Comisión Directiva. Pero esa potestad quedó en manos de Gustavo Triflio, directivo de Rojinegro Querido.

"Los miembros del oficialismo sin fundamento alguno negaron otorgar la presidencia del cuerpo al Frente Futuro Leproso, pretendiendo de esta manera hacerle creer a la masa societaria que autocontrolarán los propios actos de gobierno", reflexionó Ripani, dirigente del Frente.

"En el Frente rechazamos esta actitud por infundada y antidemocrática. Nada más sano para Newell's y su sistema de gobierno y control, que la oposición con seriedad y responsabilidad fiscalice a la nueva Comisión, máxime cuando obtuvo mandato con sólo el 29 por ciento de los votos", apuntó Ripani.