Desbordó Diego Osella apenas Mauro Vigliano decretó el final del partido. Saltó desaforado, se abrazó de manera interminable con sus colaboradores y gritó hasta quedar afónico. Poco le importó la arritmia cardíaca que sufrió hace diez días, porque como él mismo lo definió, consiguió el "triunfo más importante" de su carrera. "Cortamos una racha muy larga. Muchos no confiaron en este proceso cuando nos quedamos. Pero es lógico, habíamos hecho un mal torneo. Fuimos inteligentes, sufrimos en el primer tiempo, corregimos en el segundo, tuvimos nuestra chance y les ganamos muy parecido a como nos ganaron ellos", leyó el entrenador leproso.

Practicidad y contundencia, fueron los atributos que tuvo Newell's para llevarse una victoria histórica del Gigante de Arroyito, según Osella, quien reconoció de todos modos que "no fue de los mejores partidos" del equipo que dirige. Pero "al clásico hay que ganarlo", afirmó sin titubeos. El técnico rojinegro cortó la racha maligna que pesaba sobre este plantel con una receta diferente de sus antecesores: atender primero el cero en el arco propio y luego pensar en el contrario. "Tuvimos la inteligencia de corregir en el entretiempo, dejamos de sufrir, Central entró en desesperación, pudimos manejar elbalón y tuvimos el premio al final", analizó.

Para el final, ancho como pocas veces, el entrenador se permitió chicanearlo duramente a su colega canaya, Eduardo Coudet, quien había dicho que se recibió de técnico cuando Central le ganó a Newell's en el Coloso con gol de Marco Ruben en 2015 ¿A vos te pasó lo mismo, te recibiste hoy?", le preguntaron y Osella respondió: "Eso es para la gilada. Yo de técnico me recibí en el 2003 en el instituto. Eso es puro humo".