"Central tiene una nueva oportunidad", confiaron fuentes vinculadas al juzgado que entiende en la convocatoria del club. ¿A qué se debe la esperanzadora expresión? A la última resolución firmada por la jueza Civil y Comercial de la 8ª Nominación, Liliana Giorgetti, donde dispuso "restringir parcialmente la disposición de los fondos" y ordenó a la sindicatura "controlar la inversión" que se produzca sobre el dinero ingresado por las ventas de Juan Ojeda, Cristian Villagra y Marco Ruben a River. Con esta disposición no sólo se pone bajo protección los 7.600.000 dólares que recibirá la tesorería canalla por la cesión de sus figuras, sino que además se podrá conocer el destino de cada uno de los billetes.

De acuerdo a las últimas medidas adoptadas por la magistrada que entiende en la convocatoria podría decirse que Central tiene quien lo defienda. En una resolución que no tiene antecedentes en la ciudad, la jueza dispuso poner la lupa sobre la administración de los fondos de la entidad. Lo curioso de esto es que los propios directivos canayas se opusieron a la resolución de la magistrada.

Durante la feria judicial la jueza de turno, la Dra. Silvia Ana Cicuto, resolvió autorizar la transferencia de los jugadores a River y, además,

ordenó que la totalidad del efectivo y de los pagarés correspondiente se

debían depositar a la orden del Juzgado del concurso. Para evitar que la Justicia se inmiscuya en la administración de la entidad, los abogados del club elevaron un recurso de revocatoria. Pero la Cámara falló que la decisión estaba en manos de la jueza que entiende en el concurso. Y el pasado 7 de febrero Giorgetti desestimó la posibilidad de que los dirigentes sigan disponiendo libremente la administración de los fondos. ¿El motivo? "Fundamenta tal decisión la magnitud de la deuda post concursal contraída por el concursado (el club)", subraya la magistrada en su resolución. Entonces, ¿para qué quieren los dirigentes disponer libremente del dinero si por antecedentes han demostrado agudas carencias administrativas? "Una petición de quiebra en su contra y las numerosas inhibiciones post concursales trabadas al concursado" son los motivos que pusieron en jaque la salud patrimonial de Central. Y agrega Giorgetti:

"Las razones detalladas autorizan suficientemente al Tribunal a restringir parcialmente al concursado la disposición de los fondos obtenidos por la venta, sólo momentáneamente y en tanto se justifique con las rendiciones de cuentas pertinentes las inversiones que se realicen con el resto de los fondos".

De tal forma, la sindicatura (compuesta por Mariela Rodríguez, Gloria Detierc, que tiene relación de parentesco con Eduardo López, y Néstor Amut) deberá recibir la rendición de cuenta pertinente sobre cada uno de los gastos que realicen los dirigentes. Así, la conducción canalla podrá administrar a gusto los fondos, pero tendrán que rendir cuenta de ello. La jueza debió llegar a esta instancia por la excesiva deuda post concursal que soporta la entidad. "Pablo Scarabino y los demás dirigentes son responsables de esta situación", afirman en el juzgado. Pero los números que la magistrada tiene en su despacho son alentadores. Es que "con tres millones de dólares se pagará la deuda post concursal que se le reclama al club entre inhibiciones y pedidos de quiebra. Y el resto del dinero permitirá sacar al club adelante con una buena administración".

Qué otro fin que la prosperidad económica puede perseguir el juzgado. Ninguno. Entonces, ¿por qué la dirigencia se opone a la observación judicial? Esta fue la primera vez que la Justicia decide seguir de cerca la administración auriazul. Con las otras ventas, sea Emiliano Papa y Germán Rivarola, por ejemplo, "el valor económico y las circunstancias que rodeaban las mismas estaban lejos de configurar menoscabo alguno al patrimonio del concursado", entendió la magistrada.

Antes de su resolución la jueza debió soportar la "sugerencias" de los directivos de River para evitar que la "operación se caiga". Pero la última jugada de los conductores canallas no tuvo incidencia. Horas después Giorgetti resolvió: "Se ordenará a la sindicatura el contralor de la inversión de los fondos por el concursado así como de las cargas fiscales pertinentes, informando al Tribunal regularmente. Resuelvo restringir parcialmente al concursado la disposición de los fondos obtenidos por la venta de los jugadores Juan Ojeda, Marco Ruben y Cristian Villagra". Ahora se sabrá qué hace Central con la plata. ¿Cómo estaría hoy Ñuls si se hubiese tomado una medida similar en su convocatoria?