Un embargo presentado en el juzgado que entiende en la convocatoria agudizó el cuadro financiero de Central. Era intención de la dirigencia obtener el segundo pagaré del Real Madrid para afrontar deudas perentorias (sueldos básicamente) del club, pero la aparición de un acreedor, que reclama 700 mil dólares, desbarató las aspiraciones de Pablo Scarabino. Un nuevo escándalo parece asomar sobre el horizonte auriazul. Porque en la sede de calle Mitre se encontró una cancelación de deuda con el inversor en cuestión. Aunque lo más curioso es que el mismo vive en el Fonavi de Ov. Lagos al 2900.

El compromiso de Scarabino era abonar parte de la deuda por atrasos de haberes con empleados y jugadores del club durante el transcurso de la semana. Para eso se esperaba que ayer la jueza que entiende en el concurso liberara el segundo pagaré del Real Madrid --recordar que del primero sigue sin haber noticias--, por el valor de 1.440.000 euros.

Pero un embargo presentado el viernes tuvo la suerte de lograr su oficio correspondiente ayer, por lo cual un inversor embargó el valor con que River le pagó a Central por la compra de Ojeda, Villagra, Ruben por 700 mil dólares. Y si a ello se le añaden otras acreencias anteriores, como ocurriera con el primer pagaré, Scarabino no verá un sólo euro del millonario documento, escenario que deja al club muy cerca de su derrumbe institucional.

El embargo no causó sorpresa entre quienes hoy intentan administrar el club. Lo que desacomodó a Scarabino y abogados es que en la sede céntrica de la entidad se halló una cancelación de deuda con el mismo inversor que exige los 700 mil dólares por el monto de 605.974 dólares "en efectivo", de fecha 7 de febrero del corriente año. De esta manera los patrocinantes del club pondrán el ojo sobre el documento presentado por el inversor, a fin de esclarecer la veracidad de la acreencia que se reclama.

El embargo fue presentado a nombre de Juan Carlos Alvarez, quien figura en la Afip como monotributista de categoría 1 (pequeño contribuyente) y no tiene a su nombre ninguna cuenta corriente. Lo más insólito, en cambio, es que Alvarez se domicilia en el Fonavi de Ov. Lagos 2963.

Ante estos datos, y al dar con una cancelación de deuda, se teme que Central sea víctima de un estafa. No sería la primera vez que al club le piden dos veces el pago de una misma deuda. Para ello alcanza con recordar a Paula Reale, quien por una maniobra de este tipo pesa sobre ella un pedido de captura. Oportunamente Reale, que es hija de un ex directivo, se acercó a la Sindicatura del concurso a exigir una millonaria acreencia, la cual se constató que ya había sido saldada.

Ahora bien, de certificarse como genuino el embargo que se conoció ayer, la dirigencia apuntará la investigación sobre el destino de los fondos que, oportunamente, ingresaron al club en concepto de préstamo.

Como fuera, el presente de Central se agrava con el paso de los días y cada vez es menos el margen de gestión que tiene Scarabino para sacar a la entidad de la encrucijada financiera. Ayer la jueza que entiende en el concurso no libró a Scarabino el segundo pagaré. Pero hoy se presentarán las pruebas necesarias para poner postergar, por dudosa, el pago del embargo.