CULTURA / ESPECTáCULOS › "HALLOWEEN. EL COMIENZO", ABURRIDA VERSION DE ROB ZOMBIE
› Por Leandro Arteaga
Halloween. El comienzo
(Halloween)
EE.UU., 2007
Dirección: Rob Zombie.
Guión: Rob Zombie, a partir del guión de 1978 de John Carpenter y Debra Hill.
Fotografía: Phil Parmet.
Música: Tyler Bates.
Montaje: Glenn Garland.
Intérpretes: Malcolm McDowell, Sheri Moon Zombie, Tyler Mane, Brad Dourif, Udo Kier, Hannah Hall, William Forsythe.
Duración: 110 minutos.
Salas: Monumental, Showcase, Village.
Puntaje: 3 (tres) puntos.
Es el tercer largometraje del músico Rob Zombie y los que no se animan a ver algo que, de veras, tenga que ver con el cine, acostumbran a hablar maravillas de Halloween. Con 1000 cuerpos (2003) podía uno, con ganas, encontrar referencias al cine de terror de los años '70, más algún hallazgo en cuanto a la caracterización de personajes. Su continuación, Los rechazados del diablo (2005), resultó un poco más argumental, aunque más tediosa. Sólo un divertimento. En cuanto a Halloween...
Mejor será mirar el pasado. La Halloween original, de 1978, dirigida por John Carpenter, es no sólo un film de culto, sino una obra maestra. Rodada con mínimo presupuesto, pocos escenarios y con un argumento simple, pleno de lecturas interlineadas. El plano secuencia inicial es ya ejemplo de saber narrativo: toma de imagen sin cortes de montaje, que le permitía a Carpenter, en clave hitchcockiana, volver equivalentes la mirada del asesino y la de los espectadores del film. Al revelársenos el rostro que apuñala, el espectador descubría con asombro la figura de un niño con careta de payaso: Michael Myers. Elipsis. El Myers adulto ha escapado del psiquiátrico. Y una adolescente insegura, de sexualidad reprimida (rol que le valiera la fama a Jamie Lee Curtis), será la víctima preferida por el psicópata de máscara y cuchillo.
Toda esta síntesis admirable, que convierten a Halloween en un film sólido, que ha trascendido el paso del tiempo, es explicada y desmenuzada en la versión de Rob Zombie. ¿Recuerdan la tontería que supuso ver cómo Norman Bates se masturbaba en la remake de Psicosis, de Gus Van Sant? Pues bien, algo de esto hay en el film de Zombie, en el cual descubriremos, desde el vamos, tanto el rostro como la "necesaria" familia disfuncional del niño asesino.
Para dar cuerpo al personaje del Doctor Loomis Donald Pleasence en el film original está el veterano Malcolm McDowell, figura legendaria que el Zombie combina en mismas escenas con otros rostros venerables del cine de terror como Brad Dourif (Chucky, Trauma) o Udo Kier (Flesh for Frankenstein, Dracula 3D). Pero sólo como guiño cinéfilo.
No hay profundidad ni tampoco nada de aquel temor metafísico que manifestaba el psiquiatra de la versión de Carpenter, atónito ante aquel niño ya crecido, víctima de una maldad capaz de escapar a cualquiera de sus argumentos racionales. El desenlace para el que Carpenter nunca previó secuela alguna profundizaba aún más esta angustia ante lo inexplicable.
Es por todo ello que, previsiblemente, la Halloween de Rob Zombie culmina por caer en la convención aburrida y trillada del asesino que persigue a su víctima. Situación que ya ha sido, dada su vulgaridad, parodiada de manera definitiva por la trilogía Scream, de Wes Craven. Films que, apuntemos, han sido denigrados por el propio Rob Zombie, quien sigue encerrado en su mórbido placer de mostrar muertes, así como incapaz de encontrar algo de la maestría de aquel magnífico film de los años setenta.
Eso sí, para los fanáticos y expectantes de las variaciones argumentales, el film les aguarda un giro más o menos inesperado. De todos modos, mejor será acercarse a la película de Carpenter, por su maestría y por la marginalidad que su autor ha mantenido ante la industria hollywoodense. Rasgos que hoy, salvo excepciones, conocen su extinción.
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