Siete estrenos de variada índole se suman a una cartelera que aparece bien nutrida para un comienzo de año. Además de Gángster americano (ver Rosario/12 del 31/12/07) llegan a la gran pantalla Soy leyenda, versión fílmica; El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, impecable western con Brad Pitt en el protagónico, Un beso más y Carretera infernal. Para el público menudo aterrizan la increíblemente supertaquillera Alvin y las ardillas y, Encantada, una típica historia de princesas Disney.

* Soy leyenda. (I Am Legend. EE.UU., 2007). Basada en la novela homónima de Richard Mateshon, el film de Francis Lawrence (Constantine) se ubica un futuro cercano y --como suele ocurrir cuando Hollywood hace futurología-- en un entorno post--apocalíptico. En esta, la tercera remake del libro de Matheson (re--escrita por Akiva Goldsman, el ganador del Oscar al Mejor Guión por Una mente brillante y responsable también de la transcripción para cine de El Código Da Vinci), Will Smith se arroga la responsabilidad de ser el único sobreviviente de la raza humana luego de que una terrible pandemia azotara al mundo. El Sr. Neville (Smith), es un científico militar que desde hace años se encuentra abocado a la compleja tarea de encontrar una cura a un virus creado artificialmente y que ha hecho que los seres humanos muten en voraces criaturas de hábitos nocturnos.

* El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford.(The assesination of Jesse James by the coward Robert Ford. EEUU--Alemania, 2006). Protagonizada por Brad Pitt y Casey Affleck (el hermano menos famoso y más talentoso de Ben) la película de Andrew Dominik (Chopper) narra, en primera persona, la muerte anunciada del legendario asaltabancos. Pero para esto, el relato debe remontarse, primero a los hechos que hicieron de James uno de los mitos más transitados de la historia del western americano, y claro, de la relación con su asesino, Bob Ford, discípulo predilecto y conspicuo miembro de su banda. Llena de matices, la personalidad de James aparece como la de un paranoico y contradictorio megalómano, un joven rebelde, ambicioso, ácrata, vanidoso e irracionalmente corajudo quien se rodea imprudentemente de hombres más jóvenes, más vanidosos y más irracionales que él.

* Un beso más.(The last kiss. EE.UU., 2007). Versión americanizada de L'ultimo baccio, exitosa tragicomedia romántica del director italiano Gabriele Muccino (Acuérdate de mí, En busca de la felicidad) que transita en tono contemporáneo los dramas existenciales que presenta el matrimonio, The last kiss cuenta con las actuaciones estelares de una pléyade de actores prácticamente ignotos. El, Zach Braff, protagonista de Scrubs, una sitcom de Sony en la que encarna a un médico residente muy poco preocupado por aprender nada relativo a la medicina. Ella, Jacinda Barret, la bonita Rebecca que provoca los celos de Renée Zellweger en la saga de Bridget Jones. La tercera en discordia, Rachel Bilson, estrella de una de las series teen más vistas de los Estados Unidos: The O.C. Los tres le dan vida a un triángulo amoroso que comienza a partir de la crisis que sufre Michael, a punto de cumplir 30..., y de casarse. A través de las experiencias de sus amigos, Izzy (Michael Weston), que no levanta cabeza desde que su novia lo abandonó, Kenny (Eric Christian Olsen), el eterno soltero y Chris (otra vez Casey Affleck), a punto de separarse de su mujer, que ya no es la misma desde que nació su bebé, Michael irá evaluando los pro y los contras del amor, la amistad, la fidelidad, la convivencia y los hijos.

* Carretera infernal. (The Hitcher. EE.UU., 2007). También remake, este film de Dave Meyers, aparece como una versión actualizada (en términos de litros de sangre) de aquél escalofriante largometraje de John Ryder que protagonizara Rutger Hauer a mediados de la década del 80. Aquí, Sean Bean (el Boromir de El Señor de los Anillos) vuelve a encarnar al caminante solitario que deambula por las carreteras norteamericanas en busca de paliar tanto aburrimiento. Con el mismo sobretodo negro y la misma lluvia impenitente, el caminante en cuestión será levantado por una joven pareja (Sophia Bush y Kyle Davis) que ni alcanza a imaginarse las sorpresas que les depara el viaje.

* Alvin y las ardillas. (Alvin and the chipmunks. EE.UU., 2007). Precedida de un éxito de taquilla (45 millones de dólares el fin de semana de su estreno) sólo equiparable al que tuvieron los discos de este desopilante trío de roedores en la década del 50, el film dirigido por Tim Hill y basado en una idea original de Ross Bagdasarian, un compositor que, luego de probar suerte en la actuación (su papel más importante fue el del pianista que es observado por James Stewart en La ventana indiscreta, de Hitchcock) y al borde de la ruina, en 1958 decide invertir sus últimos dólares en un grabador. Manipulando la velocidad de su voz, consigue un tono con el que graba un tema: Witch Doctor. El simple vendió un millón de copias. Sobre esa idea, Bagdasarian inventó a un hombre, Alvin (él) que dirige una irreverente banda de ardillas cantoras, que medio siglo después, tienen su película.

* Encantada.(Enchanted. EE.UU., 2007). De la usina Disney llega esta historia de princesas en la que la joven y ascendente Amy Adams interpreta a la futura soberana de un reino animado. Pero poco antes de cumplir con su destino natural, esto es, casarse con el príncipe azul de turno, la maldición de la típica bruja malvada (Susan Sarandon) la enviará directamente al purgatorio de las princesas: Nueva York. De carne y hueso, pero con su ingenuidad de caricatura intacta, la rubia deberá sortear todo tipo de complicaciones para volver a su lugar y recuperar su corona, incluidas un prometido de lo más ingenuo (James Marsden) y un abogado de divorcios que es padre soltero (Patrick Dempsey).