Como suele suceder con muchas de las cosas que hacen más placentera la vida, los fuegos articiales son fruto de un accidente. Y para peor, de un accidente gastronómico -como la invención del dulce de leche por el cocinero de Juan Manuel de Rozas al que se le olvidó la leche en el fuego-. Cuenta la historia que hace mas de 2000 años, en China, otro cocinero preparaba un banquete al aire libre. Al mezclar algunos ingredientes (carbón, acido sulfúrico y nitro, aunque parezca mentira, habituales en la cocina oriental) la caña de bambú que los contenía comenzó a temblar. El estallido lanzó una bola de fuego al aire que dejó una larga y colorida estela de luz, frente a la mirada atónita del chef. Es probable que esa noche ninguno de los comensales haya reparado en el menú, pero sin duda grabaron en sus retinas aquél episodio casi mágico, sin saber que asistían a un hecho fundacional en la historia del entretenimiento.

Dos milenios (y una hora) más tarde, con muy diferentes intenciones, la magia de los fuegos de artificio volverá a maravillar a quienes miren al cielo desde la ribera del Paraná.

Así, mañana quienes se convoquen en el Parque de la Bandera para participar, a partir de las 21, de la Caravana de los Deseos, organizada por la municipalidad, podrán gratificarse con un monumental espectáculo. Sin casi nada que envidiarle a los festejos de Año Nuevo en Sydney, sobre el Mar de Tasmania, o a los de París a orillas del Sena, la noche rosarina sobre río se iluminará con una batería de explosiones de colores que durará alrededor de un cuarto de hora. Antes, más de un centenar de embarcaciones que partirán desde la playa de La Florida, en una caravana encabezada por el barco Ciudad de Rosario, recorrerán el par de kilómetros río arriba que la separan del Monumento a la Bandera para encontrarse con "El Arcón de los Sueños", una enorme urna en la que los rosarinos habrán depositado sus buenos deseos para el 2008 y que serán arrojados desde el bote hacia dónde los lleve la corriente.

"Estamos convocando a las embarcaciones en la costa sur de La Florida para alrededor de las 19", explicó César Limonta, director de Eventos Especiales de la Secretaría de Cultura municipal. "Además, mientras esperamos, en la rambla va a haber espectáculos que se van a poder ver desde la playa y desde el río. Los muchachos de Sintaxis tocarán en vivo hasta la llegada del Ciudad de Rosario, que zarpará desde el embarcadero de Costa Alta, casi seguramente con el intendente a bordo, que acompañado por invitados especiales y periodistas, se pondrá al frente de la caravana para navegar hacia el sur, hasta el Parque de la Bandera. Estamos calculando que habrá más de un centenar de embarcaciones de distinto porte que nos acompañará en el recorrido, desde el Guardacostas de Prefectura ﷓-que además brindará seguridad y asistencia médica en caso de necesitarla﷓- pasando por kayaks, pequeños botes, veleros livianos, lanchas con motor fuera de borda y seguramente hasta se sumará algún crucerito", se entusiasma el funcionario.

"La idea es que el Ciudad de Rosario se ponga al frente a eso de la 20.15 y naveguemos hasta el Monumento mientras va cayendo el sol", relata Limonta, cronómetro en mano.

La recorrida de los barcos se podrá ver desde prácticamente toda la costa y el "paso lento", formará parte del espectáculo ya que algunos botes irán ornamentados con luces y guirnaldas. Pero lo mejor sin duda estará arribando a la fluvial. La idea es que una vez allí, una de las lanchas se acerque hasta la costa a buscar el "Arcón de los Sueños", continente de los anhelos de todos los rosarinos que participen del festejo. El baúl será trasladado hasta el medio del río, y desde allí se lanzarán al río. Justo en ese monento, desde la zona de los galpones de la Secretaría de Cultura comenzarán a dispararse los fuegos que, según el funcionario municipal "serán tres veces superiores en número y calidad a los que cerraron el último encuentro de Colectividades".

Para disipar cualquier duda, Limonta se encarga de remarcar que "esto se hace gracias al aporte de tres empresas de la ciudad: Micropack, El Portal y Carrefour, que solventaron el costo de los fuegos, y también de la Lotería de Santa Fe, que hace un importante aporte para la infraestructura del evento. Se trata de fuegos de gran altura y gran calibre, por eso tuvimos que vallar la zona de los galpones, desde la Estación Fluvial hasta el Centro de Expresiones Contemporáneas, y si bien el mejor lugar para apreciarlos será en el Parque de la Bandera, desde otros lugares como los Silos Davis o el Parque Urquiza también se podrán ver muy bien", explica Limonta.

Previendo una multitudinaria concurrencia, el municipio ha organizado un operativo de tránsito y un refuerzo de la líneas de colectivos que llegan hasta la zona del bajo. Del mismo modo, se ha previsto la instalación de sanitarios y la implementación de refuerzos policiales para garantizar que la fiesta sea precisamente eso.

"Este es un espectáculo hermoso, para toda la familia. Basta con verle la cara a los chicos, a los abuelos, todos con la misma sonrisa dibujada en la boca ante una bengala", remata el responsable de Eventos Especiales, alguien que de haber vivido en la Inglaterra de la Reina Isabel I, seguramente hubiera sido nombrado Caballero de la Corona. Y es que repasando el anecdotario de este tipo de manifestación festiva, uno se puede encontrar con el dato de que un fanático de los fuegos de artificio era nada menos que William Shakespeare. Tanto, que instó a su Alteza a que convirtiera en "Sir" al responsable, en los fastos reales, de los fuegos de artificio.

Parafraseando al gran maestro, es probable que el ocaso de mañana, al pie del monumento, se viva como un auténtico sueño de una noche de verano.