Aunque el concepto fue acuñado por Theodor Adorno y Max Horkheimer -teóricos marxistas de la llamada Escuela de Francfort- para augurar el carácter mercantilista que adquiriría la obra de arte en el contexto del sistema capitalista; desde hace algunos años a esta parte -más para los investigadores académicos que para el público en general- el término Industrias Culturales ha perdido su acepción, originalmente peyorativa, para adquirir un carácter que, si bien aún se mantiene asociado a la idea de mercado, cobra un sentido abiertamente positivo.

Y tanto esto es así, que, para dar un ejemplo apenas, en una gestión de corte socialista como es la del nuevo gobierno de la Provincia, dentro del flamante Ministerio de Innovación y Cultura se ha creado un área especialmente destinada a ellas: la Secretaría de Producciones e Industrias Culturales, que bajo la dirección del ex titular de la Editorial Municipal de Rosario, Pedro Cantini, tiene a su cargo la misión de "fomentar las industrias culturales santafesinas basadas en soportes convencionales y en nuevos soportes y tecnologías; en el diseño y la elaboración de programas que favorezcan el desarrollo de nuevos circuitos y espacios, físicos, mediáticos y virtuales, para la circulación de bienes culturales en todo el territorio provincial y entre toda la población".

Poniéndose en sintonía con los tiempos que corren entonces, la semana pasada el vicepresidente del Concejo Municipal, el edil justicialista Osvaldo Miatello, presentó un proyecto de ordenanza destinado a la creación de un Foro Rosarino de Industrias Culturales.

"Hace tiempo que venimos siguiendo el tema de las Industrias Culturales en la ciudad --explicó a Rosario/12, el autor de la iniciativa--. A través de diversos indicadores, hemos notado que el sector de las Industrias Culturales es uno de los que más ha crecido en los últimos tiempos en la ciudad. En este marco nos pusimos a buscar la forma de hacer un aporte al área desde el Concejo. A grandes rasgos la idea es generar un ámbito de discusión, de debate y promoción de las industrias culturales rosarinas. Por supuesto que mi propuesta viene desde el ámbito de la Producción, que es el que conozco. Creemos que, como ha dicho Clara García (Secretaria de Producción Municipal) en más de una oportunidad, Rosario es una ciudad que va girando hacia lo productivo".

El FRIC (Foro Rosarino de Industrias Culturales) tendrá por objetivo generar emprendimientos a través de la vinculación entre los emprendedores y la asistencia financiera y técnica, además de orientar la acción de la sociedad y el estado hacia las iniciativas de base cultural y difundir el conocimiento tanto dentro de la ciudad como fuera de ella de las industrias culturales rosarinas.

"Cuando estuve en Promoción Comunitaria tomé conciencia real de la cantidad de emprendimientos artesanales que había en la ciudad, y que operaban como una salida digna y productiva para gente desempleada, gente que a veces con una importante formación académica pero que por diferentes motivos estaba sin trabajo. En este sentido creo que las Industrias Culturales son una salida interesante desde el punto de vista de la productividad. El espíritu del proyecto es, de algún modo, el poder acercarle algo de logística a estos sectores".

En cuanto a la conformación del foro, el proyecto prevee que esté integrado por el titular de las áreas de Producción y Cultura del municipio, por un representante de la Universidad Nacional de Rosario, un representante del Gobierno de la Provincia, un representante del Concejo Municipal así como "de otras jurisdicciones estatales, universidades, centros culturales, medios de comunicación, fundaciones, entidades financieras, cámaras y sindicatos afines a las IC y cualquier otra entidad afín a los objetivos del foro". De igual modo, el proyecto aclara en su artículo 4º que "la coordinación del FRIC será llevada a cabo por el representante de la Universidad Nacional de Rosario".

"Llegué a la idea del foro buscando una figura jurídica que no fuera pasible de convertirse en una dependencia burocrática, esto es, quería que sobreviviera a pesar de los cambios de gobierno", explica Miatello. "Por eso en el proyecto cito al Foro Permanente Institucional y Empresarial para el Mercosur --foro que, aclara, quedó en los papeles ya que nunca llegó a ponerse en marcha-- y la Agencia de Desarrollo Región Rosario como modelos, es decir una especie de agencia mixta con un papel preponderante de un organismo prestigioso y desinteresado como la universidad nacional".

A partir del concepto que acuña UNESCO ("se considera que existe una Industria Cultural cuando los bienes y servicios culturales se producen, reproducen, conservan y difunden según criterios industriales y comerciales, es decir, en serie y aplicando estrategias de carácter económico"), el proyecto de Miatello hace base en información estadística de incontrastable contundencia: el sector específicamente cultural representa más del 6% del PBI y emplea a 1.3 millones de personas, más que la minería, la policía y la forestación. "Creemos que el Estado debe hacerse responsable de fomentar la creación de empresas culturales, motivando a los ciudadanos a explotar sus capacidades creativas, dado que los emprendimientos de base cultural pueden fomentar la creación de nuevos empleos", concluye Miatello.