Surgido en las reuniones veraniegas que, cada año, permitían el reencuentro de viejos compañeros de escena, el cuarteto Sued+Domínguez+Mandelman+Oberson --apellidos correspondientes a los saxofonistas Natalio y Rodrigo, al baterista Hernán y al contrabajista Franck, respectivamente-- demoró apenas unas semanas en llegar a la gestación de Amistad (BlueArt Records, 2008), disco que hoy a las 22 presentarán en el Centro de Expresiones Contemporáneas, con la inclusión del santafesino Cristian Bortoli en reemplazo del francés Oberson. En diálogo con Rosario/12 Domínguez narró el surgimiento del proyecto que terminó reuniendo a tres de los músicos más talentosos de la escena nacional, y a quienes se sumó el contrabajista, a partir de la relación musical que iniciara en Brasil con Mandelman.

"Con Hernán y Natalio tocamos juntos hace mucho. Hernán vivió bastante tiempo en el exterior, en Francia, Brasil, España, y Natalio vive actualmente en Amsterdan, entonces hace bastante que no tocábamos juntos --relató--. Salvo en los veranos, cuando ellos vienen de vacaciones y se organizan tocadas y fechas. El año pasado Hernán tuvo la idea de armar unas tocadas con unos amigos de él de Brasil, el contrabajista Franck Oberson y un guitarrista que era originalmente de la partida con la idea de hacer un proyecto que representara la música que cada uno de nosotros veníamos tocando en diferentes lugares del mundo. Al final como el guitarrista no pudo venir decidimos hacerlo con música de Natalio y mía".

Algunas de esas obras aportadas por los saxofonistas eran preexistentes a la formación del cuarteto, mientras que otras tuvieron una génesis más espontánea. "Usamos algunas composiciones que teníamos, algunas están medio adaptadas, y otras cosas las escribimos pensando en el momento. Fue una combinación de las dos", explicó Domínguez, que profundizó en las características del grupo: "Es una sonoridad bastante característica del jazz, sin instrumento armónico. Para nosotros los solistas es bastante cómodo, porque el toque tiene mucha libertad, mucho aire. Por otro lado, con Natalio nos llevamos muy bien, nos conocemos mucho. Tocamos y estudiamos mucho juntos, entonces para toda la cuestión armónica tenemos un lenguaje bastante coincidente, lo cual hace que suene bien sin un instrumento armónico".

Y aunque el perfeccionamiento artístico de los integrantes tuvo lugar en distintas escuelas, el saxofonista destacó: "En realidad creo que todos tenemos una mezcla de varias cosas. Natalio, por más que vive en Europa hace bastante, ha estudiado mucho a los saxofonistas que estudiamos todos, así que conoce muy bien el lenguaje. Incluso algunos de los temas de Natalio tienen un cariz argentinoide, que es algo bastante característico de la gente que vive afuera. Extrañás un cacho y componés así, ya nos ha pasado a varios (risas). Recuerdo que Juan Cruz de Urquiza, cuando volvió de Estados Unidos, empezó con esa idea general y cuando formamos el Quinteto Urbano nos contagió a varios de nosotros. Así que la cosa vino de ahí, y lo de Natalio medio que también viene por ahí".

Firmadas mayoritariamente por Sued, pero incluyendo también dos composiciones de Domínguez y una de Oberman, las obras incluidas en Amistad transcurren por climas diversos, en una amplitud que el cuarteto buscó respetar en todo momento. "El disco no fue pensado como una cuestión específica, sino que en general tenés una cantidad de temas y el grupo mismo le da como unidad. Tratamos que el disco tuviera una uniformidad conceptual, pero a la vez, como en todo disco de jazz, vas a encontrar un tema rápido, uno medio balada, otro swing, o más agresivo. Es lo normal, sino es un poco aburrido", concluyó el saxofonista.