8 Acuarelas de bolsillo.

Franco Luciani y grupo.

Acqua Records, 2007.

Probada ya su notable calidad como intérprete, el rosarino termina de confirmar que dentro del vasto terreno de la música popular argentina no hay áreas en las que no pueda darle vuelo a su armónica. Porque así como en su debut con Armusa asentó su criterio, con Armónica y tango (en dúo con el pianista Daniel Godfrid) hizo de su instrumento un fuelle, una voz pasional y expresiva. Este disco se desenvuelve en ambos mundos, aunque respaldándose en una madurez con la que logra picos notables, como en Pescadores de mi río de Chacho Müller o en su gran versión de Violentango, de Piazzolla.

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8 Gauchita sueca

Carlos Quilici y Los Tauras.

Editorial Municipal de Rosario, 2007.

Quinteto clásico de bandoneón (ése con el que Quilici conduce sabiamente al grupo), guitarra, contrabajo, piano y violín, Los Tauras es uno de los exponentes más importantes del tango vernáculo. Es capaz de generar nuevos atractivos a la súper interpretada La Cumparsita, como de poner en valor otras menos transitadas como Independiente club de Bardi. El grupo muestra su propia voz en el tema de Quilici que da nombre a la placa. Milonga climática, permite lucimientos sutiles de los intérpretes, ésos que suelen amalgamarse para hacer de éste un quinteto sin fisuras.

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7 Articos al sur.

Chicosvaca.

Unión de Músicos Independientes, 2008.

"Un ideal que se mete en una canción/ Cualquiera puede tocar en una banda de rock", disparan los Chicosvaca en "El banda de rock", tema que resume el espíritu musical de un grupo que sostiene la fuerza del género pero que la reviste con la calidez de la canción. Apostando a estrofas pegadizas, solos de guitarra que obran como puentes y riffs que contienen poder, el disco es homogéneo, atravesado por una combinación de furia y tranquilidad que se muestra como un buen derivado del previsible movimiento popularizado como rock barrial. El barrio está presente, en su mejor forma.

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8 Quieto en movimiento.

Quartett concept.

Editorial Municipal, 2007.

Plagado de guitarras distorsionadas, el primer disco de la banda transita entre la furia del grunge y la búsqueda de pegadizas melodías pop. Así, después de un comienzo demoledor con "Tallo" y "Desparramás" llega la serenidad de la bella y cambiante "Valentina". En esa tríada, el cuarteto demuestra su versatilidad. Porque hay imprevisibilidad, cambios de rumbo desconcertantes que no hacen más que reforzar la solidez de sus canciones. En esa misma línea, "Downtown" no sólo da pie al lucimiento vocal de su frontman, sino que además ratifica el gusto por la sorpresa.