Presentada formalmente en el marco del acto que se desarrollará mañana desde las 19.30 en El Levante, la muestra Experiencia abierta se enfrentará al público en su tercer edición. En ese contexto, de la inauguración participará una delegación de pacientes de la colonia psiquiátrica de Oliveros, quienes durante el año trabajan en los distintos talleres y, en definitiva, son los responsables de haber creado las obras que nutren a esta nueva exposición.

De esa manera, los que se acerquen hasta el espacio cultural de Ricchieri 120 podrán apreciar el producto final del trabajo realizado por los pacientes del hospital en sus diversos talleres, los cuales forman parte del tratamiento integral de los internos, según explicó Oscar Pellegrini, director de la institución: "La producción la tomamos en todo sentido. La producción subjetiva tiene que ver tanto con la producción de arte como la económica, y abarcamos todos los aspectos de esa producción. Desde lo que puede producir un paciente en el consultorio, en una entrevista individual, hasta en dispositivos grupales como el taller de plástica, tomando ahí desde un garabato hasta algo que sea vendible como cuadro. O bien lo que se puede producir en la huerta orgánica, el sector de apicultura o la carpintería. Todos los niveles de la producción conllevan no sólo la producción del objeto sino también de subjetividad. Y a eso lo tomamos como un fuerte dispositivo clínico".

En ese sentido, la implementación de labores culturales dentro del psiquiátrico data de 1996. "La cultura dentro del Hospital es una política institucional del año 96 hasta acá --destacó Pellegrini--. Porque nosotros hablamos de que la problemática de la locura no es un problema médico, jurídico o psicológico, sino que las locuras son modos de producción culturales, y como tales deben ser aceptados. Es la vertiente que nosotros tomamos como línea dentro de lo que es la sustitución de las lógicas manicomiales. Es decir, planteamos que en realidad el problema de la locura y la manicomialización (que es el encierro) es un problema que está dentro de la cabeza de cada sujeto contemporáneo, y tenemos que trabajar no sólo en el ámbito de encierro (que es la institución) sino también en el ámbito cultural".

"Por eso dentro de lo que son los recursos clínicos del hospital tenemos un montón que no son los convencionales dentro de una institución hospitalaria. Tenemos profesores de gimnasia, artistas plásticos, abogados, talleristas, una importante cantidad de recursos que no están en lo que es la planta común de un hospital de clínica. La sustitución de la lógica manicomial obliga a trabajar en el campo de la cultura y abre a otros discursos a que opinen y produzcan sobre la problemática dentro de la institución", concluyó.