Según Anne Ubersfeld, crítica teatral y Profesora de la prestigiosa Universidad de La Sorbona, "el espectador es quien organiza para sí el sentido del espectáculo que contempla". La reconocida investigadora francesa publica en el año 1981 un libro destinado a tratar entre otras cuestiones el importante lugar que ocupa el destinatario de toda obra de teatro. Bajo el sugestivo nombre de "La Escuela del Espectador", Ubersfeld aborda en dos capítulos de su libro interrogantes como "El trabajo del espectador" y "El placer de espectador".

Entre otros conceptos y apelando a sus conocimientos de Semiótica teatral, Ubersfeld plantea la necesidad de que el espectador "se eduque", pero aclarando que no hay en su tarea ,"la pretensión de enseñar al espectador, sino de indicarle cómo aprender ,de poner en su mapa de viaje, los itinerarios de la mirada y del oído".

Bajo este legado hace ya algunos años comenzaron a funcionar las llamadas "Escuelas del espectador", y en el 2001, el crítico e investigador teatral Jorge Dubatti, lanza una propuesta similar en la ciudad de Buenos Aires. En el 2007, en Chile se abre la Escuela de Espectadores de Teatro, y en Uruguay "El Proyecto Escuela de Espectadores", experiencia que también se realiza en México coordinada por críticos de los medios de ese país.

Rosario no podía quedar al margen de estas experiencias si se tiene en cuenta el desarrollo que las artes escénicas vienen teniendo en los últimos años y de las cuales el público local ha permanecido en gran parte excluído.

La difusión errática y casi nula de los grandes medios de comunicación locales que no han considerado como dignos de cobertura los trabajos que no son comerciales o vendibles, es una de las razones de este fenómeno.

Desde estas páginas, por lo menos en lo que corresponde al área específicamente teatral, Rosario/12 se ha perfilado como un espacio para la reflexión y la difusión de la mayoría de las propuestas generadas en la ciudad.

Desde mayo funciona en el local del "Complejo Cultural de la Cooperación", (San Martin 1371),"Una escuela para el espectador", coordinada por quien suscribe esta nota, a instancias de Jorge Dubatti y del propio "Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini" de Buenos Aires.

Paradójicamente la iniciativa en principio no nace de ninguna institución cultural rosarina, sea oficial o privada, esto también es materia de análisis a la hora de pensar en que estímulos recibe el espectador para poder entrenar su mirada y seleccionar lo que se le ofrece.