"No sé si voy a seguir en el club. Pero yo soy amigo de Eduardo López y si me tengo que ir lo haré como un amigo", subrayó ayer Ricardo Caruso Lombardi, el actual entrenador de Ñuls que aspira a conservar el cargo, aunque para ello la entidad debería prescindir de los líderes del plantel que se oponen a seguir bajo sus órdenes. Lombardi volvió a reiterar su deseo de conducir al equipo la temporada que viene, pero asume desconocer las intenciones del mandamás leproso, y no pone trabas a una posible salida. "Más allá de que por ahí me tenga que ir, yo estoy muy agradecido a la gente de Ñuls y su presidente por el cariño que me dieron", destacó, melancólico, el entrenador.

A diez días de jugarse la última fecha del Clausura, en el parque Independencia todos están detrás de la decisión que tome López respecto al futuro del primer equipo. Incertidumbre que contagia al hombre en cuestión: "No sé si voy a seguir en el club. No sé lo que quiere el presidente (Eduardo López) para el futuro de Ñubel. Yo opino por mi y estoy muy cómodo y bien en el club, pero si hay algo en que molesto no estoy dispuesto a ser una piedra en el camino, porque soy agradecido y López se la jugó por mi en un momento en el que yo me había ido de Argentinos", analizó Lombardi.

"Creo que cumplimos con creces con nuestro trabajo, hicimos una de las mejores campañas desde que López es presidente, pero hay que respetar su pensamiento. Aunque no me quede, siempre voy a ser un eterno agradecido a la gente y el presidente de Ñuls, a quien lo considero un amigo. Porque un tipo que se la juega por uno yo lo considero un amigo, y si me tengo que ir me voy como amigo. He tenido muchas charlas con él y lo considero un tipo abierto, que no es como todo el mundo piensa. Tuve muchas reuniones con López y hemos charlado de todo, aunque hay cosas en que pensamos distinto", añadió el conductor táctico rojinegro.

"Si me preguntan, digo que me gustaría quedarme en Ñuls", reitera Lombardi. Pero luego acota: "Tengo que ver qué piensa el dirigente de Ñuls. Mis convicciones no las voy a perder nunca. Estoy muy cómodo en el club y voy a tirar arriba de la mesa mi plan de trabajo. Hay que dar de nuevo y analizar para ver si sigo o no, aunque todavía no me reuní con el presidente".

A pesar de sus explícitos deseos profesionales, a Caruso trabajo no le faltará. "Tengo una oferta muy concreta de Paraguay --admite--, pero los atendí para no ser maleducado. Vine a Rosario porque está a 300 kilómetros de Buenos Aires y me gustó la idea de dirigir un grande como Ñubel, que no se da todos los días. También tengo ofertas de Chile y una muy interesante de Ecuador. Pero en Ñubel me han dado mucho cariño y le pido a la gente que en el partido con San Martín de San Juan reviente la cancha para que le brinde al equipo todo el amor y el aplauso que le dio el viernes a Justo Villar".

Como sucede desde hace 14 años, será López el que resuelva por el futuro del equipo. Entre tanto, Lombardi espera y dirige, porque la semana que viene, ante los sanjuaninos, podría ser su último partido como entrenador del club. El equipo lleva tres partidos sin ganar en condición de local, lo cual intentará recomponer su pálida imagen en la última jornada del Clausura, que tendrá a los leprosos jugando ante un rival descendido. Para este compromiso podría volver Rolando Schiavi, quien ante Gimnasia y Esgrima de Jujuy se excluyó por sentir molestias musculares. El plantel entrenará esta mañana en Bella Vista con el objetivo puesto en San Martín, juego programado por la AFA para el sábado 21 a las 18.