La ciudad de Rafaela nos sigue sorprendiendo, en menos de 4 años demostró al resto de las grandes capitales del teatro argentino, que puede ser considerada una plaza de gran efectividad en organización, calidad de programación y respuesta de público. Hoy finaliza la cuarta edición de un Festival de Teatro que arrancó el miércoles 16 y que según sus organizadores pareciera superar los números de la taquilla de años anteriores. La movida organizada por la Municipalidad de Rafaela, contó con el apoyo del gobierno de la Provincia de Santa Fe y el Instituto Nacional del Teatro y demostró el empuje de las autoridades locales para preservar un espacio que nació cuando fue designada como sede de la tradicional Fiesta Nacional del Teatro organizada por el INT.

El público rafaelino y el resto de las personalidades invitadas pudieron evaluar tres productos auténticamente locales como "Una tragedia argentina" de Daniel Dalmaroni, a cargo del Grupo Caldo de Cultivo, dirigido por Diego Ferrero, "Los otros papeles" de Carlos Gorostiza, versión del Grupo Didascalias y "El Jaguar Azul" de Jorge Díaz ,por el Grupo de Teatro Alas bajo la dirección de Juan Carlos Ceja.

En la noche inaugural junto a las autoridades oficiales locales, municipales y provinciales se encontraba el Presidente de la Cámara Argentina de Salas Teatrales, Carlos Rottemberg que llegó de Buenos Aires para apoyar el Festival.

Esta cuarta edición volvió a confirmar la capacidad del responsable de la Programación, el director local Marcelo Allasino, un referente del teatro rafaelino y un inquieto conocedor del mapa teatral argentino.

Antes de comenzar la primera jornada, las boleterías volvían a agotarse y los elencos aceptaban el reto de programar funciones aleatorias que también se colmaban de espectadores, reiterando el apoyo de una comunidad que sostiene con su protagonismo el esfuerzo de los organizadores.

El miércoles, después del acto oficial de inauguración, la histórica sala del Teatro Lasserre, aplaudió de pie al consagrado grupo cordobés "Los Modernos", que abrió el Festival con su espectáculo "Lo Mejor".

Este dúo de talentosos actores﷓juglares, integrado por Pedro Paiva y Alejandro Orlando, demostraron que el humor puede resultar de un juego ingenioso donde las palabras constituyen la materia prima de un entretenimiento que no excluye la reflexión acerca de la existencia humana.

A continuación otro hallazgo de la programación, la ópera prima de la dramaturga y directora porteña Heidi Steinhardt, "El trompo metálico", un nueva indagación acerca de las complejidades y los micro poderes generados en el marco de la célula familiar.

Un trabajo que podría inscribirse dentro de la prolífica mirada de los jóvenes dramaturgos argentinos acerca de un pasado histórico que sigue signando las bases agrietadas de la sociedad actual.

Un texto perturbador sostenido por las impecables actuaciones de Greta Berghese, Victoria Almeida y Roberto Romano.

También de Buenos Aires y cerrando la primera noche del Festival, se presentó "La música", última versión teatral del texto de Marguerite Duras, dirigida por Dora Milea, con las vibrantes interpretaciones de Patricia Palmer y Osmar Nuñez.

Una breve sinfonía acerca del desencuentro amoroso y el intento desesperado de verse por última vez para ultimar los detalles de una separación, un ritual donde los silencios y las intenciones contenidas constituyen un entramado dramático que enriquece la poética de Duras.

Una figura esperada y querida por el público rafaelino: la actriz porteña Mónica Cabrera fue nuevamente protagonista del Festival con otro de sus irreverentes unipersonales: "Dolly Guzman no está muerta!".

Hasta el momento, y en el marco de una diversidad de estéticas, se puede destacar a "Ilusión" como una de las propuestas de mayor riqueza por su nivel de compromiso plástico y un inteligente cruce de lenguajes sumado a la potencia expresiva de sus intérpretes.

Uno de los espectáculos consagrados en Formosa, en la última Fiesta Nacional del Teatro: "Puente Roto" demostró el grado de compromiso alcanzado entre el porteño Pompeyo Audivert y el mendocino Juan Comotti.

La propuesta proveniente de Mendoza es una desgarradora interpelación a un pasado que retorna y que toma como signo potente la peregrinación del cadáver de Lavalle, preservado por su tropa para que no lo alcance el enemigo.

La ciudad de Rosario contó con tres propuestas bastante diferenciadas, ente las cuales puede destacarse "Insoportable. El término de un largo día", por su carácter experimental y porque su directora, Romina Mazzadi Arro, oriunda de Rafaela plantea en su nueva escritura un tema que tiene que ver con su historia personal.