Cinco años son los que separan a Octavo planeta de la anterior realización de Cinegraf, aquella placa homónima publicada por la Editorial Municipal de Rosario que, a su vez, marcó el debut discográfico del grupo nacido allá por 1995. Sin embargo, y si bien los tiempos del jazz en Rosario no son parangonables con la celeridad de la producción rockera, entre una y otra placa el grupo que integran Maxi Ades (batería), Julio Fioretti (bajo) y Gustavo Marozzi (guitarra) se sostuvo como una de las propuestas más estables del movimiento jazzero local. Con una permanente distinción: la producción musical del proyecto lo coloca como uno de los referentes locales dentro del género del jazz--rock, jazz--fusión o cualquiera sea el rótulo en el que se conjuguen la improvisación con la furia de las cuerdas propias del rock o el funk.

Al menos, con su flamante disco --editado por el sello BlueArt Records-- el trío evidenció una profundización en la búsqueda por integrar el espíritu jazzístico a composiciones que se ven impregnadas de potencia y que, a diferencia de su debut, esta vez están firmadas íntegramente por Marozzi y Fioretti. Y fue gracias a la aparición de las obras, y de su lógica maduración en manos del trío, lo que llevó a Cinegraf a ingresar a estudios para lanzarse a su Octavo planeta.

"Lo que nosotros nos propusimos siempre fue seguir trabajando, tocando y componiendo. Experimentando con lo que hacemos en los ensayos, que es un poco trabajar distintas cosas sobre la composición básica. Seguir trabajando en todo lo que fue la etapa posterior al disco. Al principio uno no se propone grabar, sino tocar, armar un nuevo repertorio para tocar en vivo. Después surge lo de grabar cuando vemos que tenemos una cantidad de temas para el disco. Incluso llegamos a grabar más temas de los que en realidad quedaron. Después empezó la idea de llevar adelante la grabación, siempre con el proceso en la cabeza de mejorar lo anterior en todos los sentidos. Eso fue lo que hicimos, tratamos que el grupo esté más aggiornado. Ya son temas propios, no hay temas de otros compositores, y a partir de ahí un poco la idea fue también mejorar el tema de audio", sintetizó Ades al momento de reflejar el surgimiento de esta segunda obra.

Asimismo, el baterista detalló a Rosario/12 el proceso de gestación de las once composiciones que nutren la placa. "La composición si bien parte de uno, después las fuimos acomodando, a medida que íbamos tocando surgieron cosas que se podían acomodar a la composición", dijo, previo a la intervención de Fioretti: "El primer disco tiene que ver con los primeros años del grupo, y a partir de ese disco un poco nos lanzamos más a hacer cosas nuestras, y este disco refleja eso. Refleja el entender más las composiciones, porque son nuestras. En el disco anterior a veces se daba que los temas eran difíciles de abordar. A lo mejor porque Gustavo y yo veníamos de experiencias que no tenían que ver con tocar en trío, entonces se nos hacía un poco difícil el armado de los temas".

Y agregó: "Inclusive los temas nuevos han ido mutando un poco desde que se empezaron a tocar hasta que se grabaron. Un poco son temas que veníamos tocando y han tenido una superación a la hora de grabarlos. En este ambiente de la fusión, del jazz, se da inversamente a lo que ocurre con otros tipos de música, como el pop por ejemplo, donde primero se graba y después se toca. Normalmente nosotros hemos pasado un repertorio, lo hemos tocado en un montón de lugares y después de eso hacemos una especie de decantación y llegamos a grabarlo".

Decididos a registrar las obras, los integrantes (y fundadores) del trío optaron por emular el sonido que identifica a Cinegraf durante sus actuaciones en directo. "La idea desde el principio fue hacer esa grabación en vivo, que plasmara lo mejor posible el tema de cómo nosotros sonamos en vivo. Nosotros tocamos en bares, a veces en teatro o en los festivales, pero mayormente nuestros lugares son los bares, donde sonamos de una manera cruda, con un sonido bien particular de lo que es el grupo", detalló Ades, mientras que el contrabajista completó el concepto al agregar: "Muchas veces el criterio general de grupos de jazz y cercanos es un poco tratar de plasmar lo que sucede en un recital. A veces pasa que escuchás grupos en vivo que te sorprenden para bien, pero después la escuchás en discos y pierde esa impronta que tienen en vivo. Un poco la idea del grupo fue tratar de plasmar, por supuesto con un mejor sonido, ese resultado del vivo".

Por otra parte, y en relación a su primer disco, esta vez el rock y el funk logran una mayor presencia, esencialmente desde un recrudecimiento en el sonido de guitarras. Al respecto, Fioretti explicó: "Primero está el hecho de que son temas nuestros, y si bien todos compartimos el jazz y la fusión hemos escuchado mucho rock, a mí me gustan mucho el soul y el funk. Es una mezcla que se rotula como jazz fusión, y creo que es fundamentalmente por el hecho de la interacción de los músicos y de que hay mucho de improvisación, pero no porque sea swing de los años 40. Hoy en día es muy difícil, y aparte no lo queremos hacer, cerrarse a un estilo. Creo que el criterio básicamente que nos diferencia de otras músicas es el hecho de la improvisación. Que uno lo puede encarar de distinta manera, porque también puede hacer cosas que se acerquen más al tango con un criterio más jazzero".