La presencia de la delegación santafesina en la edición 2009 del festival de Cosquín fue el marco en el que Luis Baetti, integrante de esa comitiva, pudo redescubrir la obra de Chacho Muller. "No conocía su obra en profundidad, pero en circunstancias de la presencia de la delegación santafesina en el festival tuve como un punto de reencuentro con la música folclórica. Yo venía de grabar un disco de tango, entonces sentí la necesidad de indagar a fondo sobre la obra de Chacho, que conocía muy superficialmente. Obviamente me cautivó de manera fantástica", remarca Baetti, cantante y guitarrista que, con el estreno de su disco Canción creciente, se transformará en uno de los protagonistas del homenaje a Muller que esta noche, a las 21, se llevará a cabo en el Anfiteatro Humberto de Nito.

Publicado por la Editorial Municipal de Rosario, el disco tendrá su presentación oficial en el marco de un tributo que incluirá la proyección de un documental, y que se desarrollará con entrada libre y gratuita. Acompañado por Juancho Perone (percusión), Leonel Lúquez (piano) y Hernán Flores (bajo), Baetti será protagonista de un homenaje que tendrá además a algunos invitados especiales, estrechamente ligados a Muller: Myriam Cubelos, Carlos Pino y el entrerriano Carlos Aguirre, arreglador de Monedas de sol, el segundo y último disco de Chacho.

En ese contexto de homenaje resalta entonces Canción creciente, material que aporta al rescate de las canciones de un autor que, a pesar del paso del tiempo y del peso específico de esa obra inmensa desde lo cualitativo, sigue siendo poco consumido por el público general. "A pesar de haber gozado el privilegio de que intérpretes como Mercedes Sosa le graben varios temas --acota Baetti--, sigue siendo una obra que está allí dispuesta a ser redimida. Un poco lo de Canción creciente tiene que ver con ése concepto. No porque yo la haga creciente a la canción, ni mucho menos, sino por pensar en una canción como tantas otras que, por la belleza y el valor que tienen por sí mismas, están siempre dispuestas a seguir creciendo. Pero especialmente en la obra de Chacho todavía queda mucho por revelar al gran público".

Baetti no se ata, sin embargo, a lo que el propio Muller dejó registrado en sus dos únicos discos, permitiéndose pasajes de interpretación personal. "Eso forma parte de un lenguaje, de una búsqueda que trata de conciliar el cantante con el músico. De todos modos lo que sí creo es que, fundamentalmente, necesito apropiarme de los temas y a partir de ello poder dimensionarlos de una manera que satisfaga mi sensibilidad. Eso por ahí hace que se puedan tomar como irreverentes a ciertas armonizaciones o ciertas cosas, pero éso forma parte de un lenguaje en el cual uno está consustanciado. En la medida que éso sea honesto con mi sensibilidad creo que el resultado es noble", explica.

Y, al momento de lograr esa apropiación, para Baetti hay un elemento fundamental: "Particularmente tiene un alto nivel de importancia la cuestión musical, y específicamente melódica al tratarse de una canción. También están las concepciones armónicas de las canciones de Chacho, que vienen a darle un aire nuevo a la música del litoral, sus inesperadas modulaciones, su tratamiento con lo armónico que procede de todo el bagaje musical que él tenía. Pero creo que el toque final está dado por la cuestión musical, aunque la poesía de Chacho es realmente excelsa".

Mientras va delineando una serie de presentaciones por Buenos Aires y el norte del país, Baetti estrenará el disco en un escenario inesperado, lo que motivó a la conformación de una puesta especial: "El disco tiene un tono ciertamente intimista, y en un marco como el del Anfiteatro pensamos que iba a ser mucho mejor si armábamos una banda para instrumentarlo más. Así que con los invitados del disco (que participaron casi haciendo dúos conmigo) armamos la banda para algunos temas. Después otros los voy a hacer solo con guitarra, y además hay más invitados".