Sin la necesidad de discurrir acerca de merecimientos o reconocimientos tardíos, cuanto menos es agradable comprender que Coki Debernardi va rumbo a superar el (muchas veces injusto) status de artista de culto. Porque si bien sus canciones --las de siempre, junto a las incluidas en su último disco-- suelen estar impregnadas por ese algo que las convierte en ineludibles, el músico cañadense parece haber emergido a la vista de un público cada vez más numeroso pero, por sobre todas las cosas, de críticos, periodistas y productores. En definitiva, del mundillo del rock, ése al que aportó durante años con un perfil bajo que aun hoy sostiene, y que le permite asegurar, humildemente, no estar del todo convencido de poder generar la convocatoria suficiente como para colmar el Anfiteatro Municipal, el mismo al que esta noche arribará (desde las 22) para llevar adelante la presentación oficial de Perdida, en un recital que incluirá la participación de invitados como Vandera y Fito Páez, más "una sorpresa por el lado de Cañada", según deslizó el cantante y guitarrista.

En su diálogo con Rosario/12, Debernardi detalló además las particularidades de una presentación que se saldrá de los códigos convencionales. "Vamos a presentar el disco entero tal cual está grabado, sin baches --precisó--. Son 45 minutos de música de corrido en el arranque del show. La verdad que cuando terminó el disco me daba mucha curiosidad ver cómo funcionaba en vivo, algo que todavía no sé, porque lo probamos una vez en el Macro, con amigos, y nada más. Esta es una buena oportunidad, es gratis, el lugar es lindo, va a haber una buena puesta de luces y sonido. Hay que ver si la gente se queda 45 minutos disfrutando de música sin estar pendiente de los estribillos, ni de los finales de los temas, de si tienen que aplaudir o no".

En ese marco, los invitados se van a sumar en los mismos espacios en los que dejaron registrados su interpretación en Perdida, exceptuando "algún pianito más que toca Fito en `Linyera`, porque le gustaba cómo sonaba ahí, pero nada que modifique lo que está grabado en el disco". Asegurada entonces la presencia de sus compañeros de grabación, Debernardi intentará respetar además la sonoridad plasmada en la placa. "Quiero que tenga un sostén bastante parecido, un pulso bastante parecido al disco, porque en general el disco es bastante fuerte. Sumarle más energía a eso a veces no es bueno. A veces probamos en la sala, nos sale más fuerte un tema y no nos gusta. Pero sí tiene otra energía en vivo, aunque no mucha más que la que tiene el disco", reconoció.

Una vez finalizada la recorrida por los temas del compacto, el músico permanecerá en escena para un breve intermezzo acústico, donde sumará a Páez en piano para hacer temas poco abordados en el vivo, como "Fantasma caníbal" y "alguna otra cosita más". "Después con la vuelta de la banda sí vamos a arrancar con una parte muy intensa nuevamente", completó el compositor, quien se entusiasma frente a la posibilidad de llevar adelante una presentación con las características de la que esta noche tendrá lugar en el Humberto de Nito. "La verdad que es soñado poder hacer algo así. Yo quería tocar gratis en la presentación, y si todo sale como creemos que va a salir va a ser un lindo show. Ojalá lo disfrute aquella gente a la que le gusta la banda, y también los que vayan por primera vez a ver qué es lo que hacemos. Ese es el desafío. Evidentemente yo no tengo público como para llenar el Anfiteatro, no lo creo, pero tampoco me preocupa eso, sino que la gente que vaya pueda ver algo digno, con calidad artística. Eso es lo que vamos a intentar".