Ya tiene directora el Castagnino+Macro: es Marcela Römer, una rosarina de 44 años y la primera mujer en los 90 años de historia del museo que lo dirigirá. En un concurso de antecedentes y oposición, transparente y democrático, donde obtuvo 99 puntos, una junta evaluadora decidió que ella era la postulante idónea para ocupar el cargo, al que ya había presentado antecedentes con resultados igualmente positivos en noviembre de 2008. Pero en aquel momento, un conflicto municipal trabó su llegada a la instancia de oposición, adonde hoy llega con la gloria merecida por su probada capacidad y trayectoria. Queda reafirmado que aquella decisión había sido la correcta.

La buena noticia se dio a conocer oficialmente el viernes, en el marco de la inauguración de las muestras de Luis Felipe Noé y Luis Tomasello. El intendente Miguel Lifschitz presentó en esa ocasión a la flamante directora, quien anteayer se mostró muy conforme con el concurso, al que calificó de "muy prolijo", destacando la "buena onda entre los concursantes" y el "tono de camaradería" general.

En la mañana del pasado miércoles 14, mientras afuera caía una lluvia torrencial, una junta examinadora reunida en la Escuela Municipal de Música "Juan Bautista Massa" entrevistó (por estricto orden alfabético) a cuatro candidatos: Sebastián Bosch, María de los Angeles López, Pablo Montini (que obtuvo 89 puntos) y Marcela Römer, y escuchó la defensa de cada uno de sus proyectos para la gestión del Museo. Cada exposición y cada entrevista (en ese orden) duraron exactos 15 minutos.

"Mi desarrollo fue muy técnico. Quien dirige un museo tiene que saber cosas técnicas: delegar las relaciones externas, saber presupuestar, organizar personal. Ideé una muestra de los hermanos Guido con el fin de presentar un presupuesto. Una muestra de máxima, de nivel internacional. Dije que el director de un museo tiene que saber presupuestar". Las cifras se leían a dos columnas, en la página de su presentación en PowerPoint: en una columna figuraba el detalle de lo que se debía invertir, y en la otra el aporte de los patrocinadores. Los totales eran aproximadamente iguales. Los números cerraban. Cuando el director de Patrimonio y Museos de la Secretaría de Cultura de la Nación, Alberto Petrina, vio y oyó eso, comentó por lo bajo a la ex presidenta de la Academia Nacional de Bellas Artes, Rosa María Ravera: "Esa es la directora". Ya tenía el concurso ganado. Le quedaba responder una pregunta de Petrina sobre si convenía separar el Castagnino del Macro. Römer respondió que por ahora el Macro es muy joven para separarse de "Papá Castagnino", a cuya colección retroalimenta. Quizás en un futuro, de aquí a diez años, eso sería posible. Hoy "no hay suficiente personal capacitado para que se largue solo".

Ya en su exposición del concurso, y como un punto muy importante, Römer prometió impulsar una versión rosarina o santafesina de la llamada Ley de Mecenazgo (más precisamente, Ley de Incentivo a la Cultura) que ya existe en la ciudad de Buenos Aires. "A lo que me comprometí, como directora, e incluso si no salía elegida, es a ser parte de una comisión futura que trabaje en la elaboración de una ley que incentive al sector privado a que apoye la cultura a través de una desgravación impositiva", recordó.

Marcela Römer (Rosario, 1965) es profesora y licenciada en Bellas Artes en la especialidad Teoría y Crítica por la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR, con una maestría en Arte Latinoamericano de la Universidad de Cuyo y una amplia formación de posgrado en curaduría y teoría del arte. Activa curadora, crítica independiente y art dealer (www.alertart.com/marcela romer.php), asesoró a dos galerías de Miami en numerosas ferias internacionales de arte y trabajó con varias entidades municipales de la ciudad de Rosario. Fue directora de Arts Connection Foundation, Miami, Estados Unidos; colaboró con A desk de Cataluña y con Rosario/12. Es presidenta de la Biblioteca Popular Alfonsina Storni (Ovidio Lagos 367), que en mayo cumple 20 años y tiene una rica agenda de muestras y talleres (véase www.bipopalfonsinastorni.com).

En la entrevista con Rosario/12, Römer habló claro sobre el inicio de su gestión. "Lo primero que vamos a hacer es reorganizar a todos los equipos que están en el museo: hacer un pedido de diagnóstico, ver cómo están las cuestiones en el museo, y hacer una reorganización interna de áreas con todos los equipos y la gente que ya está trabajando. Después, por supuesto, hay que mantener y gestionar la programación del 2010 y todos los compromisos que el museo tiene para este año y comienzos del año que viene. Después hay un proyecto que en realidad una persona de la Fundación Castagnino financió de su bolsillo con el arquitecto Marcelo Villafañe, que es la ampliación de los silos Davis, del Macro. Es un proyecto bastante interesante porque no rompe estéticamente con la línea de los silos, sino que es una sala lateral, cuadrada, de 3 metros de altura, con la idea de que se ingrese por la parte de arriba, del parque, no por el bar. Esta sala serviría para que la colección, que es muy grande y no tiene lugar para exponerse, esté más o menos estable y se pueda rotar. Eso daría más espacio a la colección para que la ciudadanía la pueda ver. Mi intención es retomar ese proyecto, que es de mitad de 2009, y empezar a gestionarlo. Más a largo plazo, tratar de gestionar la ampliación del Castagnino, que es un proyecto mucho más complejo. Porque es un edificio histórico, hay problemáticas que tienen que ver con licitaciones, y hay que evaluar lo factible de esa ampliación. Los museos ya se agrandaron mucho y se necesitan espacios, refacciones, etcétera".

- ¿Cómo piensa resolver el problema de los depósitos?

- Hay varios depósitos en el Castagnino. Como hay mucha obra, si no se amplía el Castagnino, no hay lugar para que haya depósitos. Hay que armar un lugar. Hay que construirlo. Es la preocupación de todos: de la Fundación, de toda la gente que está trabajando en el Museo. Es una preocupación básica. Yo creo que dependerá de pensar y gestionar algún tipo de ampliación o reestructuración del espacio.

- ¿Qué proyectos de exposición tiene para una vez cumplida la agenda prevista?

- No sé. Vamos a escuchar a los artistas, a la gente de la ciudad, de la región, del país. Que nos den, que nos presten o que nos acerquen proyectos para que nosotros gestionemos o ayudemos a gestionarlo. Esta es una gestión de puertas abiertas. Pero una cosa que es fundamental es que el nivel estético del Castagnino+Macro no tiene que bajar de ninguna manera. La tendencia es que esté y suba. También hay que considerar que los proyectos que se presenten tienen que tener un nivel estético y artístico y conceptual acorde a lo que significan esos dos lugares.

- ¿Qué opina de ser la primera mujer que dirige el Museo?

- Bueno, a nivel personal, como mujer, no he recibido discriminación; a lo mejor es sólo mi caso. Siempre he trabajado muy bien en todos los ámbitos que me he movido, que son muchos. Pero sí sé que hay muchos grupos, en la cultura y fuera del ámbito de la cultura, en donde la mujer sí recibe mucha discriminación y es relegada. Entonces pienso que si para algunas personas a nivel simbólico es muy importante que una mujer dirija el Castagnino+Macro, yo creo que tienen que usarlo, usarme. Porque está muy bien y es fantástico que eso suceda, como para sentir que es un avance dentro de esa problemática.