Contactos del cuarto tipo

(The fourth kind. EEUU/Gran Bretaña, 2009)

Siempre presente en la cinematografía norteamericana, los encuentros con seres extraterrestres despiertan fantasías de lo más diversas. Para el guionista y director Olatunde Osunsanmi están vinculadas más con lo terrorífico, y así lo deja en claro en este film que tiene como protagonista a Milla Jovovich, que se pone en la piel de la terapeuta Abigail Tyler. Decidida a continuar el trabajo inconcluso de su marido --quien murió en circunstancias poco claras-- se lanza a investigar casos de abducciones alienígenas en un pequeño pueblo de Alaska.

La mosca en la ceniza

(Idem. Argentina, 2010)

Impulsada por un caso real, la directora Gabriela David cuenta la historia de Pato y Nancy, dos amigas inseparables que, decididas a escaparle a un destino de miseria en un pequeño pueblo del noroeste argentino, deciden viajar a Buenos Aires para lograr algo con sus vidas. Menor que su amiga, Pato anhela poder trabajar y estudiar. Nancy, que parece poco lúcida, la sigue sin dudar. Sus sueños se romperán pronto: las jóvenes serán engañadas y obligadas a trabajar en un prostíbulo. La amistad será entonces su resguardo. Actúan Paloma Contreras, María Laura Cáccamo y Luis Machín.

Querido John

(Dear John. EEUU, 2010)

Con las actuaciones de Channing Tatum y Amanda Seyfried, el film de Lasse Hallström cuenta la historia de amor entre un soldado y una estudiante universitaria. Todo comienza en una playa de Carolina del Sur, donde el muchacho pasas sus vacaciones y ella disfruta del receso escolar. Un incidente fortuito los cruzará y así nacerá una relación que pronto se verá afectada por las correspondientes obligaciones: él deberá volver a su base militar en Europa, ella a las aulas. Desde entonces, la historia se concentra en las cartas que irán anticipando el ansiado reencuentro.

Sèraphine

(Idem. Bélgica/Francia, 2008)

Adelantada a su época, desconocida hasta su muerte, Séraphine de Senlis es el personaje central de la película de Martin Provost. Caracterizada por Yolande Moreau, la pintora es presentada a partir de su encuentro con el marchand alemán Wilkhelm Uhde, que en 1913 se radicó en París y descubrió que la misma mujer que limpiaba su departamento era además una aficionada a la pintura. Su ojo especializado le permitió descubrir el talento en esa mujer a la que dejaría de ver por más de una década, pero a la que reencontraría finalizada la Primera Guerra.