CULTURA / ESPECTáCULOS › SHAKESPARE Y LORCA, SEGúN LAS PUESTAS EN ESCENA DE RICARDO ARIAS Y MATíAS MARTíNEZ
El Grupo Punto "O" Teatro reactualiza el concepto de la tragedia clásica para teñirla del color de los tiempos que corren. En "Comedia sin título", Martínez recurrió a actores que alcanzan a resolver los desafíos que implica este texto manifiesto.
› Por Julio Cejas
Entre la gran cantidad de reposiciones que volvieron a la cartelera local, dos clásicos merecen una especial atención por el esfuerzo y los logros de dos elencos numerosos, con diferentes formas de producción que igualmente concitaron la atención de una franja interesante del público local. Uno realiza precisamente esta noche su última función y es "La Tragedia de Ricardo III" basada en la obra de William Shakespeare, según la versión de el Grupo Punto "0" Teatro dirigido por Ricardo Arias que puede verse en el Teatro de la Manzana (San Juan 1950) a las 20.30. El otro es la obra póstuma de Federico García Lorca: "Comedia sin título" a cargo de La Compañía teatral Tragedias Argentinas dirigida por Matías Martínez, que se repone todos los domingos de junio, a las 20 en el Teatro Municipal La Comedia (Mitre y cortada Ricardone).
El Grupo Punto "O" Teatro responsable de puestas memorables como "Mujeres oscuras" (2001) y "Medea" (2004), logra alcanzar en "La Tragedia de Ricardo III", la síntesis de una búsqueda que reactualiza el concepto de la tragedia clásica para teñirla del color de los tiempos que corren. Dentro de esta óptica, el espacio acotado del Teatro de la Manzana, vuelve como en "Mujeres oscuras" a encerrar al espectador en una encrucijada donde los actores establecen un contacto íntimo y las historias ya no son sólo de los autores, ni del elenco, sino que pasan a interactuar con las tragedias personales y con la propias de una sociedad como la nuestra.
Ese mecanismo que comienza con una extensa narración donde se enumeran los crímenes cometidos por el tirano, para después remarcar: "¡Esto sucede en Inglaterra!", no deja de ser un guiño que abrirá una serie interminable de paralelismos con la historia de nuestro país y entonces la voz de Ricardo será el eco de las voces de tantos dictadores que refinaron sus métodos para proteger los intereses de los más poderosos, igual que la Inglaterra de Shakespeare, ejemplos sobran.
Por eso Arias elige otro acertado procedimiento, a la manera de lo que planteaba Bertold Brecht para quebrar la ilusión de la representación: Los actores presentan a sus personajes y muestran la forma en que actúan, entonces algo nos hiela la sangre: ¡Señores, esto es teatro!, la realidad entonces sigue golpeando más fuerte.
Gustavo Guirado construye una marioneta que se contorsiona y tensa sus hilos hasta la exasperación, para después mostrarnos que es uno más de nosotros, reclinado sobre las butacas, observando la escena desde el lugar de un asombrado espectador.
Todos los demás personajes bailarán al ritmo de esta marioneta que sabe mezclar los hilos de todos, confundiendo, seduciendo, manipulando al fin los sueños, los intereses, las apetencias de un rebaño de cómplices que terminarán abonando con su sangre, el camino del futuro rey. Detrás de la escritura inconfundible de Shakespeare se filtran los asordinados registros de las proclamas y los discursos de otros personajes de otra trágica historia, la nuestra.
Será por eso que por momentos detrás de esas máscaras,asoman los gestos de algunos políticos argentinos, otro acierto de la puesta que justifica la elección de un material que requiere ser leído cada vez con mayor precisión.
Un elenco integrado por Gustavo Sacconi, Mauro Carreras, Laura Copello, Yanina Mennelli, Jorge Ferruci, Paula García Jurado, Gustavo Guirado, Ana Tallei y Luisina Zampa ,que encontró a partir de las distintas funciones y de algunos remplazos,la solvencia necesaria para afrontar los requerimientos de la dirección.
Por el otro lado, en el caso de "Comedia sin título", nos encontramos ante un grupo concertado que contó con la producción del Centro Cultural Parque de España, sala en la que se produjo el estreno el año pasado.
Al frente del grupo, un director que en los últimos años se ha especializado en recuperar textos de probada solvencia dramática como "Esperando la carroza" de Jacobo Lagsner o "La Nona" de Tito Cossa,logrando una importante convocatoria de espectadores que legitiman la validez de estos trabajos.
En todos los casos, Martínez recurrió a actores de probada ductilidad y comediantes de trayectoria que sin llegar a conformar un elenco estable,alcanzan a resolver los desafios que implica dar cuenta de un texto manifiesto como el escrito por Lorca a pocos meses de su asesinato por la dictadura franquista.
La dirección aprovecha entonces el oficio y los distintos estilos de actuación de un elenco integrado por Naum Krass, Miguel Franchi, Mario Vidoletti, Tito Gómez, Mirta Maurizi, Judith Ganon, Luciano Matricardi, Martín Fumiato y Omar Romero, con ellos construye una puesta que se enriquece a partir de los distintos registros alcanzados.
"Comedia sin título" y "El público" son las obras póstumas de Lorca y en las dos profundiza muy a la manera de Pirandello, el tema del teatro dentro del teatro y las relaciones entre autor, personajes y público.
En "Comedia sin título", el poeta granadino, va más allá y plantea el tema de la necesaria aparición del pueblo en escena, de la realidad que golpea las puertas de utilería del teatro.
La puesta de Matías Martínez refuerza los signos estéticos propuestos por el autor y ocupa los espacios de un teatro a la italiana ,donde resultan más crudas estas diferencias entre la platea y la escena.
También es interesante el abordaje dramático desde la creación del vestuario que nos remite a la década del 30, diseñado por Paola Fernández y la presencia del pianista Gustavo Girves que recorre el espacio con su instrumento, todo un homenaje a la importancia que Federico le daba a la música en sus obras, muchas veces compuestas por él mismo.
Dos miradas jóvenes y revitalizadoras de la dramaturgia universal, un buen pretexto para mostrar la vigencia y el impacto dramático que siguen generando Shakespeare y Lorca en los públicos de todos los tiempos.
En las dos puestas se destaca una inteligente utilización del espacio dramático que en el caso de "La Tragedia de Ricardo III",borrará los límites entre las intrigas y los crímenes de la corte isabelina y las conspiraciones de la política actual, mientras en "Comedia sin título" el espacio de la tradicional sala a la italiana se integra al "patio de butacas" para entablar un diálogo incisivo y siempre necesario entre los actores, el director y el público, entre "el arte y la realidad".
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