(Desde Cosquín)

La puesta y propuesta musical escénica de la delegación de Santa Fe durante la medianoche del pasado miércoles en el Festival de Cosquín ha sido deslumbrante, de una emotividad y diversidad artística que el público de la Plaza Próspero Molina supo apreciar, aún cuando --y las silbatinas así lo hacían notar-- las dificultades técnicas del sonido amenazaron con impedir el disfrute. Situación que los más de ciento treinta niños y jóvenes de la Orquesta Sinfónica de Niños y el Instituto Coral de la provincia sobrellevaron de manera profesional, además del baluarte que significan la voz y presencia de Juan Carlos Baglietto.

Por tercer año consecutivo, el Ministerio de Innovación y Cultura de Santa Fe ha sentado presencia musical autóctona en el escenario Atahualpa Yupanqui de la ciudad cordobesa. En esta ocasión desde el homenaje a la figura del pianista y compositor Ariel Ramírez, a través de una selección musical de Mujeres argentinas, obra compuesta por el santafesino junto a Félix Luna y grabada en 1969 con la voz de Mercedes Sosa.

De manera tal que el escenario de Cosquín pudo conjugar, desde la referencia a Ariel Ramírez, una participación artística plural, que reunió tanto a generaciones diferentes como a distintos soportes de expresión del acervo cultural santafesino. Por un lado, el reconocimiento al maestro Ramírez a través de la presencia de Juan Baglietto (figura también representativa del rock) y de la interpretación de los jóvenes y niños de la Orquesta Juvenil y del Instituto Coral. Por otro lado, además del ejercicio musical mismo, la compañía oral (así como de pregnancia radial) de Quique Pesoa, y las animaciones de la Cooperativa Animadores de Rosario, ocupadas en relatar visualmente cada uno de los pasajes musicales. Entre ambos, como nexo fundamental, el ejercicio del relato histórico a través del reconocimiento a tantas mujeres de la historia argentina, que Ariel Ramírez supiera rememorar para vestir musicalmente: "Gringa chaqueña", "Dorotea la cautiva", "En casa de Mariquita", "Alfonsina y el mar", "Juana Azurduy", fue el repertorio que se presentó en la medianoche coscoína.

En suma, una expresión de intereses artísticos diversos, con miradas particulares pero desde un ánimo coincidente, todos conviviendo en la armonía que el arte respira y posibilita. Es así que el escenario de Cosquín se demostró nutrido, lleno de caras nuevas, de niños y jóvenes a quienes se les reconoce y recompensa por su elección y vocación artística. Una participación de nivel nacional que es justicia hacia la tarea que, desde hace cincuenta años, desarrollan en Santa Fe el Instituto Coral y la Orquesta Sinfónica de Niños.

Durante la conferencia de prensa, la ministra Chiqui González celebró "esta idea maravillosa", en alusión a Alejandro Tejeda, secretario del Ministerio y gestor de la actividad, para señalar que "en estos últimos tres años la provincia de Santa Fe ha tratado de tener una delegación oficial para difundir la música y la cultura". También destacó la necesidad de "tener la participación de distintas generaciones de músicos" ya que la representación de la provincia de Santa Fe "no pasa necesariamente por la elección de un artista más o menos consagrado, sino por elegir propuestas distintas y federales". La ministra destacó el orgullo del Ministerio de Innovación por las "instituciones públicas, realmente públicas, que hay en la ciudad de Santa Fe, tales como el Instituto Coral y la Orquesta Juvenil, con niños y jóvenes que hoy comparten una emoción muy grande ante el escenario de Cosquín y el homenaje a Ariel Ramírez, así como hacia ellos mismos, a la infancia, y a la presencia santafesina y argentina".

Consultada por Rosario/12 acerca de la respuesta y anécdotas de los niños ante la noticia de viajar y participar en el Festival de Cosquín, la Directora del Instituto Coral, Marisa Anselmo, respondió que "niños y jóvenes lo manifestaron de diferentes maneras, los niños se motivaron más cuando llevaron la noticia a la casa y sus padres se enteraron: `¡Van a cantar en Cosquín!` les decían; de a poco, además de investigar en Internet, tomaron conciencia de la emoción, pero son las familias, sobre todo, las que están súper asombradas, además de los jóvenes que ya conocían Cosquín. No te puedo contar el entusiasmo que tienen".

En este sentido, Anselmo reseñó brevemente la historia del proyecto Mujeres argentinas de Ariel Ramírez, surgido desde la "invitación mutua" entre el Instituto Coral y la Orquesta Sinfónica de Niños, que dirige Alberto Canto, en diciembre de 2009, "con motivo del Bicentenario y los cincuenta años de la orquesta". "Sabíamos que la elección de Mujeres argentinas era un proyecto ambicioso y tuvimos que encargar a un compositor la versión orquestal. La presentamos en el Teatro Municipal el 29 de julio, de forma completa. Luego nos invitaron a formar parte de esta delegación oficial que es... ¡un regalo! Así es como lo sentimos, no lo esperábamos. Fue una sorpresa, jamás pensamos en venir a Cosquín, y aquí estamos hoy para compartir cuatro temas de la obra, con niños de diez años hasta jóvenes de veintidós".

El Instituto Coral fue sido creado en 1959, con el objetivo de permitir que las escuelas primarias tengan sus representantes en el coro de niños. Anselmo subrayó la importancia y cariño de la tarea de María Isabel Boero como directora de la institución, desde 1976 hasta 2004, además de comentar que el funcionamiento actual se divide en tres coros de niños, uno juvenil masculino y uno juvenil femenino. En cuanto a La Orquesta Sinfónica de Niños, la misma fue creada en 1960 y se compone de niños de 11 a 15 años, con participaciones a nivel nacional e internacional, además de haber preparado a muchos músicos que hoy gozan de un recorrido profesional.

Así como la Directora del Coro puntualizaba que la obra a presentarse es parte de un proceso, la ministra de Innovación también inscribía a la gestión de su ministerio como parte de otro proceso similar, "ellos se están formando y para nosotros la formación también es permanente: hay un aprendizaje que desarrollar". "Como gestión cultural venimos aprendiendo día a día cuál es nuestro rol, cuál es la mejor forma de decir quiénes somos. La infancia, la adolescencia, la juventud, la música, el escenario de Cosquín, la trascendencia, el futuro, los temas dedicados a las mujeres, y este tesoro se llama música santafesina".