CULTURA / ESPECTáCULOS › PLASTICA. EXPOSICIONES DEL PROYECTO CULTURA PASAJERA EN EL PASAJE PAM
El espacio de arte crece y sorprende con los rincones menos visibles: el monoambiente de la planta alta, la galería llavero y el novedoso espacio Minilab que está en la web. Hasta el próximo martes pueden visitarse las tres muestras de vanguardia.
› Por Beatriz Vignoli
Hasta el próximo martes pueden visitarse las exposiciones del proyecto Cultura Pasajera en el Pasaje Pam (Peatonal Córdoba 954). A expensas de los espacios relativamente más convencionales de la marquería, el Cubo y las dos vitrinas, donde se ven obras contemporáneas que no se diferencian demasiado de lo que podría encontrarse en el museo, crecen y sorprenden los rincones menos visibles: el monoambiente de la planta alta, la galería llavero y el novedoso espacio MINILAB que está en la web. Desde su página http://culturapasajera.com.ar/novedades/2011/09/27/computerliebe/ y con una breve presentación, el espacio Minilab envía al taller online de Lino Divas (http://www.linodivas.com). Es posible pasar horas navegando por una arquitectura de carpetas todas iguales que albergan registros fotográficos de sus collages y dibujos, creados según la inspiración de los encuentros fortuitos con materiales urbanos, por ejemplo la serie "Gratificaré", basada en avisos de mascotas extraviadas a las que el autor convierte en monstruos amados.
Leonardo Cavalcante incorpora tiempo y espacio tridimensional a la Galería Llavero (a. k. a. el llavero del baño) a través de una cajita de música tan lúdica como tierna. En la vitrina Monoambiente de la planta alta, Juan Barbieratti construye una ficción de intimidad barroca en forma de objetos kitsch. A partir de la ya tradicional consigna "Estás viendo una pared de mi casa", y en torno a un dibujo que copia el rostro en éxtasis de la Santa Teresa de Bernini, Barbieratti despliega un espacio atiborrado de excesos estéticos a los que narra según un discurso amoroso: "Regalame una pared llena de flores de mentira, con estampitas de santos que no conozca, con medallas que no brillen, decorada con collares para nenas, cintas gastadas y papel picado de mil colores. Te ofrezco una vitrina, para que sea tu cajita de cristal, para que la llenes con restos de otra obra, para que acumules folletos del super, botellas vacías, velas usadas, y lucecitas navideñas". Esta obra hecha "con restos de otra obra" es donde está hoy la obra verdadera: en ese borde que se corre siempre hacia adelante en dirección de lo aún no artístico y, según la lógica de la vanguardia, deja atrás (pero en sus propios términos) a una neovanguardia ya cristalizada en ademanes predecibles.
En sobrios planos negros de distintas texturas, las piezas de pared de Evangelina Cipriani (Rosario, 1980) evocan cielos nocturnos e incluyen maquetas de casitas a las que acompaña un poema de Manuela Suárez, todo bajo el título de "Que se corran las estrellas". En El Cubo, Juan Sebastián Bruno y Bruno Gruppalli evocan el deporte del squash con sonidos ambientales y formas puras. En la vitrina, un grupo autodenominado Pande Melón (se trata de los artistas Malena Cocca / Andrés Yeah) dibujó "El pogo más grande del mundo" en un retorno a la figura humana realista y a las técnicas tradicionales pero con una temática contemporánea que se abre a las posibilidades narrativas del realismo fantástico literario. El video de Adriana Bustos (Bahía Blanca, 1965) exige detenerse para ver la imagen de una fracción de cocaína separándose de las sustancias de adulteración dentro de un vaso con lavandina. Parte de una serie documental de investigación sobre las redes del narcotráfico en Latinoamérica, el video incorpora fragmentos del audio de entrevistas realizadas a "mulas", las mujeres que transportan ilegalmente cocaína en el interior de su cuerpo.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux