La titiritera rosarina Nora LLados, al frente de su ya legendario grupo Espejo Encantado estrenó una nueva sala en Funes con uno de sus últimos trabajos: la versión en técnica estatuaria del tradicional cuento popular Los tres chanchitos. Docente egresada de la Escuela Provincial Superior de teatro y títeres, Llados es integrante del colectivo Titiriteros Rosarinos que actualmente celebra el Carnaval con el Ciclo de Títeres y cuentos con Buen y Mal Tiempo. "Este año tuve la suerte de iniciarlo participando de la inauguración de una sala teatral que funciona dentro del local de Sentires en Funes, y también participando de la programación con Color y mil historias, otro de mis trabajos que se podrá ver el sábado 25, en el que participa Nacho Vázquez, integrante de Títeres Espejo Encantado", comentó Llados a Rosario/12.

-¿Quiénes son los responsables de la creación de este nuevo espacio para el arte?

--La directora de la Sala es María José Pons, educadora, psicopedagoga, una mujer entusiasta de los cuentos tradicionales y de la magia del teatro. Es la que encara este proyecto con mucho entusiasmo junto a un grupo de artistas y creativos de Funes, como Silvia Cochet, la nieta del gran artista plástico Gustavo Cochet y los amigos del Museo Cochet; Virginia Noca, educadora y especialista en Expresión Corporal, Daniel Catánea, Cristina López, Ximena Visaires, titiriteros rosarinos, dispuestos a generar proyectos para desarrollar una identidad local y animar culturalmente a Funes.

Sentires es un lugar moderno que cuenta con un bar, un patio interno y una confortable sala con equipo de iluminación propio. Las funciones están pensadas en el horario de las 19.30, para que los chicos acudan después de disfrutar de las jornadas de sol al aire libre.

-¿En qué consiste la técnica estatuaria, con la que trabajaste tu nuevo espectáculo?

--La técnica estatuaria consiste en una construcción plástica que no consta de ningún mecanismo, es un juguete simple que se mueve sobre una mesa con la manipulación directa del titiritero, la mano desnuda o enguantada en negro del intérprete actúa sobre el muñeco a la vista del público. De esta forma, el titiritero al concentrarse sobre el objeto, concentra sobre él la mirada del espectador y anima los personajes.

La experimentada titiritera adoptó esta técnica en la Escuela Carrasco donde hace tres años, terminó su carrera docente como maestra de grado. "Los alumnos construían muñecos con sus maestras de dibujo sobre botellas plásticas rellenas de arena para asegurar la sustentabilidad del objeto, agregaban bochas de papel de diario para la cabeza y otros detalles, los forraban, pintaban y vestían para después animarlos", cuenta la creadora rosarina.

Otro de los antecedentes que Llados recuerda fue la concreción en 2007 de un proyecto institucional denominado Vientos gauchescos.com en el que los personajes de la famosa historieta Inodoro Pereyra eran animados sobre pupitres de una escuela. "Fue una experiencia inolvidable realizada con alumnos del cuarto grado. A partir de los textos del genial Fontanarrosa logramos animar sus personajes que fueron recreados en el medio de una pampa imaginaria construida sobre pupitres. Al año siguiente un grupo del segundo año de la escuela trabajó sobre un intertexto entre varios cuentos y allí aparecieron los personajes de Los tres chanchitos que ahora reaparecen en esta nueva versión", agregó.

En lo que respecta a lo escenográfico, la directora utilizó un recurso para animar la historia con las tradicionales casitas en movimiento o quietas. "El espectador entra en la convención teatral que se le propone y se asusta del lobo súper malo y se ríe cuando es burlado y pierde la cola. Los chanchitos son héroes con miedo que disfrutan de la vida pero se preparan para defenderse practicando artes marciales. Intentamos jugar la vieja historia de la persecución y la búsqueda de recursos para enfrentar el miedo", explicó Llados.